The Walking Dead: repasamos

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¡Hola todos!

Bienvenidos a una nueva sección del blog en la que me dedico a spoilear y aburrir a la peña a la que le gusta The Walking Dead gratuitamente (literalmente).

Para abrir boca, voy a hablar un poco de la progresión de las dos temporadas anteriores para culminar destripando lo que lleva de ésta hasta que tengas ganas de matarme como a un vil zombie. Por supuesto, esta entrada está llenita de SPOILERS.

La primera temporada de The Walking Dead fue un auténtico descubrimiento: su popularidad, debida en gran parte al empuje del cómic  además del increíble giro argumental, hizo que el género zombi estuviera en los canales más populares en los rangos horarios más destacados. Yo creo que eso es algo insólito, al menos en España. Es innegable que esta serie ha supuesto una nueva etapa de revitalización del género.

La primera temporada giraba en torno al suceso en sí, la destrucción de la civilización conocida y el anuncio de nuevas formas de ver la existencia humana. Todo eso se proyectaba en el plano personal con el triángulo amoroso de Rick, Shane y Lori. Se puede decir, que al destruir todo lo conocido como sociedad, muchos de los deseos "impuros" que tuviéramos y nos reprimiéramos pueden dejarse libres, dado que ya no hay una sociedad que juzgue lo que está bien y lo que está mal. Es por eso que Shane y Lori se abandona a sus deseos, y es precisamente lo que se va a ir desarrollando en la polémica segunda temporada.

Así pasan infinidad de malos tragos, hasta que llegan a lo que parece un refugio, y que no es más que la confirmación de que el mundo tal y como lo conocían ya no existe (la famosa escena final con el científico). Ahí, los personajes se ven solos ante la verdad, y se ven las consecuencias del desgaste psicológico: y es que muchos prefieren la muerte a la negación de que lo que conocían ya no existe. Esta obstinada negación de la vida refleja lo mucho que estamos apegados a una serie de ideas que no son para nada perfectas, y mucho menos permanentes. Me parece una metáfora perfecta para la ideología (ya sea moral, política o religiosa) de cualquier ciudadano del primer o tercer mundo.

Y luego llegamos a la discutidísima segunda temporada (en mi opinión mejor de lo que está siendo esta tercera), en la que "no pasa nada". Nada salvo que Shane se descubre como un hombre desesperado dispuesto a todo por sobrevivir, Rick se queda anclado en los valores del pasado comenzando una peligrosa transformación, Lori juega a dos bandas y manipula concientemente a los miembros del grupo, Andrea acepta al fin que si ha de vivir ha de cambiar sus sistema de valores, Hershell es forzado a salir de esa utopía absurda en la que ha estado viviendo desde que su mujer murió, y todos descubren que no hay esperanza en el mundo (los niños mueren: no hay futuro). ¡Qué no pasa nada!

La segunda temporada es un importante punto de inflexión en la historia que culmina con la muerte de Shane, que cumple dos funciones: transforma el carácter de Rick, y hace a Carl dar el salto a la madurez. Ya desde este punto la audiencia (yo misma por un tiempo) condena a Lori por hacer lo mismo que todos: sobrevivir con las armas que tiene a su alcance. ¿Por qué la traición de Shane a Otis es menos despreciable que la de Lori a Shane? Sólo porque a Otis no lo conocía nadie: era una estrategia argumental para mostrar el lado salvaje (pero de alguna forma coherente) de la personalidad de Shane.

¡Y por fin llegamos a la tercera temporada! La primera mitad ha sido intensa y muy triste. La muerte de Lori durante el parto ha sido una sacudida más de realidad para Rick. Es de suma importancia este hecho. Por una parte, al morir de esa forma, no sólo demuestra su fortaleza, sino que da la última prueba de lo que la familia significa para ella, por lo que la imagen que teníamos hasta ahora de ella se desvanece. Ahora Lori es una mártir, y Rick un desagradecido que la despreció durante los últimos meses de su vida hasta la saciedad. Personalmente, opino que la muerte de Lori es la muestra última de que la lucha de las mujeres en esta historia es distinta, y no por ello menos importante.

Por otra parte, la obsesión con la seguridad de la cárcel, la desconfianza hacia las demás personas, y la aparición de este malo malísimo con un claro desorden psicológico, hace, desde mi punto de vista, decaer el clima de la historia. Hemos llegado al extremo más radical, la inversión de los roles sociales: ahora los malos son los humanos, y los zombies un escenario más. Por supuesto, esta reflexión era necesaria y evidente, pero sinceramente creo que es estos últimos capítulos se está americanizando demasiado. Ya no hay Shanes, los malos no son personas que han pasado por algo malo y se han quedado tocadas en el camino: los malos son malos, y sádicos y si una vez tuvieron familia poco nos importa. Andrea, por muy mal que me caiga, es el único eslabón de humanidad que veo que queda: se debate entre su nueva realidad (su grupo) y la esperanza de un futuro, la ilusión de poder volver a ser una mujer normal (encontrando el amor en el hombre equivocado). Por más rabia que me de, su incapacidad de matar al Gobernador es la única muestra de este dualidad que vive dentro de todos nosotros, la que caracterizaba a Shane. El resto no son más que una serie de tensiones instintivas que amenazan por no resolverse nunca; reduciendo a los personajes a simples "jugadores" del equipo de los "buenos" o de los "malos".

Por otro lado, el retrato que hace de las masas como un objeto manipulable y claramente descerebrado me parece más que acertado, pero pienso que a veces el servilismo de la gente del pueblo es exagerado (como el caso del doctor que asiste al Gobernador). Me creo que las personas del pueblo, que toman mentiras para desayunar, para comer y para cenar y nunca las ponen en duda, vean en el Gobernador una autoridad y lo respeten; pero no me entra en la cabeza cómo un científico que está expuesto a todas las mentiras y todas las injusticias que ese hombre crea, no haga nada más que sugerirle que tal vez pueda estar equivocado. Incluso si es un cobarde, debería hacer algo para escapar él mismo de esa situación. De la misma forma, el servilismo del grupo de Rick, en el que sólo Hershel da un paso al frente para pararle los pies a Rick cuando comienza a alucinar con Lori, no es muy distinto del pueblo del Gobernador.

Si has llegado hasta aquí: felicidades, eres un lector paciente. ¿Crees que mi análisis es erróneo? ¿Por qué? ¡No te cortes, di lo que piensas!

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