Paranormal Activity 4: subiendo el ritmo cardíaco

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Después de este largo parón en el blog me apetece volver a escribir para hablaros de cine, de Paranormal Activity 4. Desde luego, no es una película que yo esperara con ilusión. La segunda película de la saga me desilusionó hasta el punto de no ir a ver la tercera. Pero con mi nuevo trabajo y el estrés que supone las clases de máster, realmente necesitaba ir al cine, aunque fuera ver una peli de terror mediocre.Por suerte para mí, me metí en Paranormal Activity 4
 Desde luego está ligada a la primera, lo cual me vino muy bien porque no había visto la anterior, y te explican al principio de dónde viene cada cosa. Además, es una clara heredera con la primera, pero no de la misma forma que la segunda. En la segunda quisieron mantener ese halo de misterio y recurrir al susto inesperado que hace que el espectador se siente al filo del asiento la primera vez que la ve, pero que luego se convierte en un recurso repetitivo que la hace larga y tediosa. En esta ocasión, han optado por meter toques de humor que llenan todo el argumento, relajan al espectador, y hace que las partes serias sean aún más serias. En alguna ocasión se pasó en la sala de una carcajada general a un silencio incómodo. Lo bueno: que en seguida se vuelve a la carcajada.
 Como siempre, lo que más me gusta es que el fantasma no tiene piedad, y todas las piezas del tablero van cayendo de la forma clásica, pero esta vez hay un cambio. Para empezar, el espectador ha tenido tiempo de simpatizar con algunos personajes y sufrirá con ellos cuando la acción empiece a precipitarse. Además, esta película es más física, la violencia es más real y la fuerza que persigue a los protagonistas está mucho más presente. Especialmente en los últimos minutos, el ritmo de la narración se precipita repentinamente, y los hechos se suceden a tal velocidad que no te da tiempo a digerirlos. Esto hace que salgas de la sala con la sensación de haberte bajado de una montaña rusa: el pulso acelerado, la risa tonta, los hechos que acabas de ver aún sin digerir. Es un final que pretende trascender más allá de la película, y que al menos a mí me tuvo pensativa todo el camino de vuelta a casa. Por supuesto, igual que en la montaña rusa, lo primero que piensas es "voy a montarme otra vez". Una película ideal para ponernos en situación y entrar de lleno en el ambiente de Halloween. 
 En resumen: muy recomendable, grandes emociones, risas. No esperes un gran argumento. Para pasarlo bien con los amigos y no pensar en nada.