Un mal día

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Recuerdo hoy con nitidez una tarde (o una mañana, quién sabe) de mi infancia. Estaba saltando sobre la cama de mis padres mientras me miraba en el espejo redondo sobre la peinadora de mi madre.No tenía más de cinco años, y era feliz. Mi madre me gritaba que me estuviese quieta, pero no podía oírla con mi propia risa. De pronto perdí el control y caí de bruces al suelo. Mi madre se me acercó y con un tono calmado me dijo "te ha castigado Dios". Desde entonces no dejo de pensar que Dios odia que nos sintamos vivos, aunque ese no era el mensaje original de mi madre, evidentemente.Cada vez que experimento ese tipo de felicidad fácil y casi absurda, pasa algo de pronto que me sume en la más profunda miseria. Sin duda Dios intenta atarme a ese estado de ánimo.
Más tarde vinieron las clases de religión y la catequesis, y de verdad llegué a sentirme culpable por divertirme o pensar en mí misma de vez en cuando. Todo en lo que había basado mi existencia hasta entonces parecía ser pecado, así que resumí mi vida a una serie de aburridas tareas propias de la niña de bien que era.Aún hoy repito a diario muchas de esas tareas con la inercia propia de años de práctica, la mayor parte del tiempo ni siquiera me doy cuenta. Por eso no sé decir que no o provocar una discusión, por eso hasta el más profundo desagrado por alguien lo escondo tras una sonrisa. Odio esa parte de mí misma.Es una clase distinta de cobardía que prefiere sacrificarse a uno mismo en lugar del otro, como si el prójimo tuviera más derecho a vivir que yo.
Pero años después profundicé un poco más en el papel de la religión en la sociedad y me di cuenta de que tras ese Dios no había más que hombres. Entonces descubrí el engaño en el que había vivido tantos años, y que resumían mi existencia a lo que yo hiciera de ella. En aquel momento un millón de posibilidades se abrieron ante mis ojos:el fascinante mundo de la autoexploración de mi alma, la unión con la naturaleza, la comprensión del prójimo como igual (nunca superior ni inferior, sin dejar que ello influya en mi amor propio o mi autoestima)... Todo eso sonaba genial en mi cabeza. Y con todos esos parajillos en mi cabeza me fui al único lugar donde poner alas a mis ansias de conocimiento: la Universidad.
En mi último año de carrera vuelvo a llevarme la misma desilusión que cuando descubrí que ser cura era un oficio y se cobraba por ello. Escuchad esto y recordadlo porque es la verdad más grande que jamás os dirá nadie: NINGUNO SOIS DUEÑOS NI DE VUESTROS PROPIOS PENSAMIENTOS. La mayoría de las cosas que sabemos o pensamos ya las dijo o pensó otro antes, nuestra originalidad no es más que una pequeña variante en una idea ya existente, posiblemente preexistente aunque nunca viera la luz del día.Los estudios no son más que un adiestramiento para la mecánica vida moderna (el Plan Bolonia es una prueba fehaciente de esto, y no me jodan los que están a favor con sus ventajas: lo estoy viviendo y es una mierda. Al menos en mi carrera quedan asignaturas para el análisis y la reflexión, aunque no sobrevivirán al nuevo plan). A nadie le importa un carajo si tienes ideas buenas o innovadoras: todo lo que hagas siempre se medirá en función del dinero que produzca. Sólo envidio de los ricos la cantidad de tiempo libre que tienen para ser quienes quieran, y se pasan la mayoría de éste contando sus billetes y regocijándose en las ventajas que éste les da. Una vida insípida para formas de vida simples.
No sois más que un número, una minucia, una repetición cíclica constante y desapercibida en el enorme caos del universo.
Aún así, estamos vivos. Originales o no nuestros pensamientos, deseos y gustos son lo único sobre lo que realmente decidimos, y la mayoría de las veces es la presión social la que habla por nosotros. Haced lo único que es gratis: sed vosotros mismos. Y ya que nada es nuestro, no tenemos nada que perder.
Tras este largo discurso que mucho tacharán de cínico(de qué tiene que quejarse una chica joven que vive en la parte rica del mundo)dejo constancia de toda la mierda que se guarda en el fondo de mi alma producida por el roce con el mundo y con mis queridos coetáneos a los trato con la punta del pie cada vez que se alinean los planetas. Ya más tranquila, aunque no menos miserable, me voy a prepararme un examen, porque según mis profesores no debería gastar un segundo de mi vida en nada que no fuera prepararme sus clases o estudiar algo relacionado con sus asignaturas (eso de vivir, hablar con la gente o pensar en algo que no haya escrito un gran autor de un país civilizado queda lejos de su definición de "cultura" por lo visto).
Un saludo a todos y perdón por robaros minutos de existencia con algo tan trivial como una reflexión que no lleva a ninguna parte.
Imagen: Johathan Waller

Paranormal Activity

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A estas alturas de mi vida ya debería saber que las cosas que compramos NUNCA son tan buenas como dicen en el anuncio. Pero soy tan inocente y me gusta tanto engañarme a mí misma que todavía me sigo haciendo ilusiones con todo. Bien, lo diré en alto una vez más para terminar de convencerme a mí misma: los trailers y la publicidad te crean unas expectativas de las pelis que nunca llegan a cumplir.
Aunque no debemos ser demasiado críticos con este asunto: la culpa no es de la peli, es de la publicidad.¿De verdad hace falta recordarnos el estreno de una peli tantísimas veces? ¿Puede ninguna obra de las que llenas los carteles publicitarios de nuestras ciudades realemente merecer tales atenciones?
Otra vez más, no estamos ante la peli del siglo, pero no podemos culparlos por haberlo intentado. De todas formas obtendrán su recompensa por habernos engañado: una gigantesca recaudación. No cabía un alma en la sala.
Dejando a un lado que NO es la pelicula más terrorífica del año, tampoco es como para arrepentirse de haber ido a verla. Como todas las peli-documentales, requieren un poco de paciencia al principio mientras el director consigue meterte en la historia. Por desgracia, la paciencia no es lo que más destaque del público sevillano (risas, charloteo y canorreo variado en los primeros minutos es inevitable en esta ciudad). Después de eso, la historia se mueve muy lentamente hacia un único punto cuyo fin es el efecto maravilloso final de esta película. Sólo por ver esa escena merece la pena todo lo demás.
Me sorprendió de esta peli el cambio de ritmo tan brusco a mitad de la acción que me descolocó, aunque algún que otro momento estaba demasiado claro que algo iba a pasar. Aunque eso también era parte del efecto: sabes que pasará algo pero no el momento exacto en el que sucederá, ni qué será. Al contrario que otras pelis de miedo basada en gritos y apariciones previsibles dividida en varios puntos claves que dejan de tener gracia después del primero, ésta pone toda su energía en crear una actitud en el espectador para que el único gran golpe final tenga el efecto deseado, y lo consigue. Miedo psicológico del bueno, aunque un poco efímero en mi caso (sin pesadillas siquiera). Aunque no sé si el efecto memoria de mi subconsciente me jugará alguna mala pasada en el futuro y me sorprenderé la semana que viene oyendo la nada en plena madrugada.
Nota para sonámbulos: como una de los vuestros, empecé a plantearme mi propio comportamiento cuando duermo al ver una de las escenas. Muchas veces me he despertado y estaba de pie en medio de la habitación, ¿por cuánto tiempo estuve así? Os aconsejo verla si queréis preguntaros lo mismo.

Noches largas

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Tumbada en mi dulce camastro
Y de mil sombras tristes bañada
Oigo una voz quebrada
Pasando a través de la ventana;
Es la voz de las noches largas
Que parece que nunca acaban.

Las noches largas me cuentan
Que me llama la nostalgia,
Que el miedo se cansó de mí,
En las noches largas descubro
Si temo a la muerte
O al fusil.

En el letargo de una noche
Sin fin
Los fantasmas que aún siguen vivos
Vienen a morir,
Mueren con ellos esperanzas
O el miedo a morir.

A veces, en las noches largas,
Todo sale a relucir,
Y en otras todo se acalla
Entre las sombras disimulado,
Sombras que nunca se aclaran
Y ponen color y textura
A todas mis noches largas.

Son tan largas estas noches
Que aunque fuera luzca el día
En mi mente pesa sombría
La noche más larga de mi vida,
Y aunque mis ojos parece que ven,
Estoy dormida.

Y salgo a la calle y camino.
Entre luces inexistentes,
Sombras mentales y sueños
Todos ven correr mi sino,
Pero yo ya no veo nada,
Toda deslumbrada por
La luz inexistente de
Mis noches largas.

Si de mis noches largas despertara
Y viera por vez primera
El sol,
Mi alma se asustaría,
Pues son las noches largas
Las que alimentan mi vida,
Mi pensar y palpitar,
Y es que en las noches cortas
No se puede ni pensar.

Luna Nueva: Crepúsculo for dummies

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Primero que nada, tengo que aconsejaros que no seáis tan masoquistas como yo y NUNCA vayáis a ver una peli de este tipo en la misma semana del estreno. Si lo hacéis, en cada pausa dramática o silencio de las dos horas del filme tendréis que escuchar la experta opinión de un/una adolescente que se ha leído cuatro libros en su vida (es decir, los cuatro de la saga de Stephanie Meyer) y que se cree gracioso (por supuesto no lo es).
En lo que a la película respecta, de repente su anterior preocupación por conseguir un reflejo fiel a lo que sucede en las páginas escritas por Meyer se ha visto desplazado por el hecho de que Edward apenas sale en este libro, y da la casualidad de que él es el que vende. Así, la personalidad del carismático hombre lobo Jacob se desvanece en los recuerdos de Edward. Unos recuerdos mucho más frequentes y visuales que en el libro, a veces demasiado largos, que evitan que el espectador se olvide del trasfondo vampírico y se introduzca en lo que la segunda parte de la historia realmente es: una historia de lobos.
Así que esta mañana fui testigo con horror de cómo uno de mis personajes favoritos era desvirtuado y minguneado en favor de un cruel hombre perfecto. ¿Qué opinarán los fans del lobo de ésto? Todo su lado tierno y divertido, la seguridad que le transmite a Bella y la inevitable atracción que ella acaba sintiendo por él es sustituida por la ausencia del presente en toda la peli: mi antes favorito y ahora cansino Edward. Este segundo libro ofrecía un contrapunto a la perfección del vampiro: un hombre cálido, divertido, tontorrón y un poco estúpido con el que librar la tensión de ese amor tan grande y absurdo. Se trata de que la protagonista se libera un poco de esa figura perfecta e inflexible que es su amor una vez atrapada en la asfixiante sensación de su ausencia. Es liberación dentro del dolor, y desesperación final (el salto al vacío). Yo no he visto eso en la película.
He visto un paralelismo muy obvio entre Jacob y Edward, que de repente tienen la misma actitud hacia Bella (la adoran, quieren protegerla y la abandonan antes de hacerle daño). Pero no es así, Jacob no es una copia barata de Edward. La verdad es que eso me ha matado.
También me ha fastidiado la suposición de que todo el público es tonto (el paralelismo de la historia de Edward y Bella con Romeo y Julieta está demasiado explicado en la peli, así cómo las alusiones a la primera película).Explicaciones como que Jane grite antes de atacar a Edward "dolor" están fuera totalmente de lugar. No hace falta ni siquera para aquellos que no han leído el libro. Además, se comen muchas cosas de la manada de Jacob que son necesarias para construir los personajes y que el público simpatice con ellos. ¿Por qué las batallas de los vampiros duran más que la de los lobos si estos últimos son los protas de esta peli?
Lo que más rabia me da es que estos cambios se han hecho para vender más, porque es el vampiro el que vende (y eso que yo cuando leí los libors era totalmente "edwarista").
Por otra parte, para aquellos que no hayan leído el libro o les importe un carajo la importancia del papel de Jacob, es una peli muy entretenida aunque yo le habría metido más acción y menos "mariconeo". Además, el torso al aire de los lobos durante toda la peli la hacen más que amena. Se me pasó volando, todo muy bien hilado para dar el resultado que han querido (que es con lo que yo no estoy de acuerdo).
Así que cuando pase la fiebre y todos los adolescente sobrehormonados la hayan visto os animo a pasaros por el cine a verla y comprobar si supera vuestras expectativas (las mías por desgracia no las superó). De todas formas cuando salga en dvd la volveré a ver para ver si esta crítica negativa no es sólo fruto de mi cabreo con el pésimo público de esta saga.
PD: Si os gustan los vampiros de verdad, o sea, los que comen adolescentes en lugar de enamorarlas, tras La Ciudad de las Mentes se publicará de la misma forma Biografía de un Vampiro. Un saludo a todos!!

Pandorum: la caja que nunca debió abrirse

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Para aquellos que piensen que sólo hago críticas positivas, he aquí la muestra de que se equivocan. Pues he perdido un tiempo considerable de mi vida luchando por no quedarme dormida y preguntándome ¿cuándo coño empieza lo bueno? Mi único consuelo: que las entradas me salieron gratis (gracias, Adagreed).
Después de haberme pasado todo el camino de vuelta a casa y parte de la noche acostada bocarriba analizando la peli me pregunto: ¿cómo es posible cagarla con esa idea? Un espacio futurista, presagios nefastos para el planeta tierra, un viaje espacial de más de cien años... Un increíble sistema de hibernación para que la tripulación se releve cada X tiempo, una mutación genética en los cuerpos hibernados provocada por una enzima en la sangre (o eso creo, porque se explican como el culo)...¡¿Cómo cojones pueden coger todas esas cosas y hacer una enorme mierda?! Antonio Mercero dirigió un corto basado en algo tan sencillo como una cabina, ¡y le quedó genial! La falta de talento tan obscena y obstentosa que se demuestra en esta peli me horroziran más con cada minuto que lo pienso.
Está claro que han intentado darle un enfoque subjetivo, y de ahí la confusión en las escenas de los ataques, las dobles voces que no sabes de dónde salen, los buenos que de repente quieren cortarte la yugular... todo muy "artístico". Pero cuando confunden tantísimo al espectador, se supone que llega un momento en el que todo encaja, es perfecto y redondo y entonces todos asentimos con media sonrisa. Ese momento o bien pasa desapercibido en esta peli o es que ya estábamos todos dormidos para entonces.Para mí, ésa es la chispa de una película, y ésta no la tiene. No tiene alma ni mensaje. Es totalmente plana.Cuando ves las caras de la gente al salir del cine lo sabes, y no vi a nadie ni siquiera entusiasmado con lo que acababa de ver.
Ni siquiera consigue transmitir la sensación de agobio derivada de estar atrapado en medio del espacio en una nave llena de bichos carnívoros. Esto que digo es muy serio: se ve un grupo de humanos siendo perseguidos por monstruos antropófagos casi todo el tiempo, y ni siquera han conseguido hacerme saltar de mi butaca una sola vez.
Las persecuciones eran absurdas, los ataques predecibles y en ningún momento había tensión real. Miraba a la pantalla y sólo veía dólares y dólares siendo malgastados en unos efectos especiales que dejan frío al espectador, porque no hay una historia o un suspense lo suficientemente consistente detrás para sustentarlo.
En definitiva, no vayías a verla si apreciáis vuestro tiempo.
Spoiler!! Lo que más me molesta es el supuesto "homenaje" a El planeta de los simios, me parece una falta de respeto absoluta.