¿Qué coño me pasa con el pelo?

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Mi padre tiene el pelo blanco desde que puedo recordar. Es así: un día se levantó y se había hecho mayor, y con eso ha convivido el resto de su vida. Mi madre me encontró mi primera cana con diez u once años, mientras me peinaba. La miró un segundo y sólo pudo sentenciar: "vas a ser como tu padre".

Desde ese día vivo esperando el maravilloso momento en el que mi pelo sea un lienzo en blanco.

Me tiño, me tiño desde hace tanto que no recuerdo cuál es el tono exacto de mi color natural. Me matizo, me oscurezco y hasta hace poco no se me ocurrió otra que decolorarme. Y me corto el pelo: mucho, de maneras que no son aconsejables; con los típicos cortes asimétricos que a las dos semanas te llenan la cabeza de picos y cuernos imposibles de peinar. Entonces, con el color que toque (nunca el que yo quería, tengo el pelo demasiado oscuro para que me pille nada bien), me aguanto: espero y espero y me pongo horquillas y cintas y diademas duras hasta que el pelo vuelve a caer por su propio peso y el corte y el color está uniforme. Y vuelta a empezar.

Soy masoca: tomo terribles decisiones en cuanto a mi pelo constantemente, pero no puedo parar. Mi familia está acostumbrada: siempre dicen eso de que cualquier cosa me sienta bien. Pero la verdad es que tengo un problema. Me da miedo la rutina, que las cosas se mantengan de la misma forma, porque parece que ya estemos condenados a esa forma de ver las cosas porque "siempre ha sido así". Sé que mi vida sigue un camino único e inequívoco, como un río que se despeña ladera abajo hasta el mar, donde dejará de ser el mismo de una vez y para siempre. Mi pelo son las bengalas que lanzo para pedir ayuda: no quiero que las cosas se queden siempre igual. No quiero que la vida sea como siempre ha sido.

Quiero aventura, quiero cambio... y lo único que soy capaz de cambiar, es mi pelo. Ni siquiera sobre mi culo o mi pensamiento tengo control a veces. Le digo a mi cerebro "hora de trabajar", y se pone a componer un poema. Luego le digo "hagamos una entrada de blog", y se queda en blanco. Se para, y el tiempo se pone a correr. Y me acuesto frustrada porque no conseguí el objetivo del día.

Mi pelo, en cambio, poco puede hacer contra los mandatos de los químicos. "Sé más claro", y siento la espuma burbujear en mi cabeza mientras mi pelo se quema, doblegado ante mis deseos. Luego llega mi cerebro y dice "no me gusta". Y allá que llegan los químicos a la carga de nuevo. Y me levanto por la mañana y mi cerebro de nuevo "en realidad me gustaba más el otro". Odio mi cerebro, es un tocapelotas. Pero bueno, estoy distraída.

Estoy en un momento de mi vida un poco difícil, no lo voy a negar. Parece que la vida ha cogido carrerilla y de repente todas las cosas que nunca planeé hacer las estoy haciendo, sin comerlo ni beberlo: en plan adulto. Al mismo tiempo, mis sueños siguen ahí, aferrados en mi subconsciente y yo me siento una traidora por querer tener cosas bonitas en lugar de dejarlo todo y ponerme a escribir mis novelas a tiempo completo.

Bueno, un poco como cuando estaba en el instituto y me tocaba darlo todo en los estudios cuando lo que me apetecía era salir, conocer a gente y escribir. Ser un poco zorra también, a lo mejor. En lugar de eso me quedaba por la tarde en casa estudiando latín y griego (por si os lo preguntáis: no, nunca vi el retorno de inversión de aquellas tardes).

La cuestión es que vivo en crisis. Soy un homo dramáticus: necesito los dilemas existenciales para sentirme viva. Y mi pelo es el medidor de las distintas fases por las que voy pasando. Me dejé el pelo largo y con un precioso color rojo para mi boda, pero unos meses antes me entró ansiedad y me lo corté por encima de las orejas. Hace unos meses me lo puse naranja, y ahora lo llevo negro. No creo que cambiarme el color del pelo haga que el mundo gire menos deprisa, pero al menos me da sensación de control.

No controlamos una mierda sobre nuestras vidas, por mucho que lo intentemos. Si alguien te dice que controla su vida: te miente como una perra. Yo siempre he intentado tener controlados todos los detalles: planificar y hacer progresos por fases hasta llegar al final apoteósico de película. Después de tres décadas, me conformo con controlar de qué color y con qué largo llevo el pelo.

Hay que empezar por algún sitio.

Infinity war

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El pasado viernes, y como es tradición en mi grupo de amigos, me arrastraron a ver la última de Marvel. Yo no tenía especial interés en verla, porque las anteriores me parecieron la misma película una y otra vez, y llevaba cero expectativas al respecto. Sin embargo, y contra todo pronóstico me gustó: es la primera vez en mi vida en la que veo morir a alguien de verdad en una peli de estas. Sigue siendo una visión súper idealizada y edulcorada de la muerte, pero es un avance.

A pesar de todo, como no soy una experta en el tema ni me interesa lo suficiente, en lugar de una crítica voy a dejar una lista de preguntas que me hice durante la película, y que aún no he conseguido contestar.

Es posible que estas preguntas contengan muchos SPOILERS, incluso otros de los que no soy consciente.

-Vale, este tío es Thanos, que significa "muerte", y quiere acabar con la mitad de la población mundial. ¿Sus padres ya sabían que el pequeño sería un genocida o se ha cambiado el nombre el muy cutre? ¿Cómo se llamará en realidad: Manolito?

-¿Por qué se molesta en estrangular a nadie con sus propias manos si tiene un esbirro que puede ejercer la fuerza sin tocar? ¿Y cómo es que no le ha partido el cuello en el segundo uno?

-Uy, uy, uy... Pensando en tener niños, qué mayores. Pero los dos tienen ya unos años. ¿Tendrá que ir Lord Stark con su mujer a una clínica de fertilización?

-¿Cómo va lo de las leyes de la física aquí? Dentro de la nave alienígena sí se puede quitar el casco, ¿deduzco que todas las razas de universo necesitan oxígeno para respirar?

-Spiderman ha visto Alien, ¡bien! ¿Y como iba la física de nuevo? ¿No debería haberse congelado en los dos minutos que ha estado colgando del espacio, tal como le ha pasado al malo?

-¿Qué número de tinte usa la mala de los cuerno? ¡Necesito ponerme ese color! ¿Y por qué lucha mejor que todas las tías que hay en los Vengadores juntas?

-De otra peli recuerdo que la Bruja Escarlata repartía leña a tope, ¿por qué en esta peli parece que le ha dado una embolia y es incapaz de reaccionar ante nada? Creo que el amor le ha sentado mal.

-¿Es racista que en Wakanda todo sean tribus y se llamen "hermano" unos a otros o soy yo que soy incapaz de ver más allá del tópico?

-Thanos, para ser un loco que quiere acabar con la mitad de la población, es bastante indulgente: desde el principio de la peli no ha vuelto a matar a nadie. ¿No sería mejor que fuera matando a todo el que pudiera, para ir adelantando trabajo?

-¿¿Por qué cojones todo el mundo le da las putas piedras más poderosas del universo a cambio de salvar una sola vida?? ¿Nadie se acuerda de lo que quiere hacer con las putas piedras del infinito?? Joder, se llaman piedras del infinito, les debería dar una pista de que son importantes.

-¿Por qué nadie suelta un solo taco en toda la puta peli? Es el fin del mundo, creo que podemos saltarnos un poco el aviso parental.

-¿Eso es sangre? ¡No puedo creerlo! Vale, es azul y sólo son dos gotas, pero algo es algo.

-¿De verdad que a la mujer verde no se le ha ocurrido que ella cualificaba como el sacrificio perfecto nada más que el otro ha mencionado lo de "un alma por otro alma"? Mi arma, ¡no hay más con vosotros en la puta isla!

-¿¿Por qué cojones no sale la Bruja Escarlata a luchar?? No está haciendo nada: literalmente está mirando y suspirando. ¡Consejo de guerra ya!

-Joder, ¿esa es toda la sangre que va a salir?

-¿Por qué me cae Thanos mejor que cualquier otro personaje?

Mi TOP TEN de intros de series

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Reconozco que soy la pesada de las intros. Puedo estar en mi casa una tarde entera de viernes o domingo viendo un capítulo tras otro de la serie que sea y nunca paso hacia delante las introducciones de la serie. Soy la mujer nunca usa el botón de Skip de Nextflix. Soy la que mira mal a su marido y suspira cuando pasa adelante hasta que comienza la acción.

No puedo evitar aceptar la importancia de las introducciones para poner al espectador en el humor correcto antes de ver la serie. No deja de ser un intervalo precioso entre un capítulo y otro. En este mundo donde todo es inmediato me parece una mini-tortura preciosa ver la intro una vez más antes de seguir con la historia. Además, hay tantas intros que están tan bien hechas que merece la pena rememorarlas una y otra vez. A veces me vienen a la cabeza de repente y tengo que buscarlas en la red y verlas para liberarme de su encanto.

De todas las que se me quedan en la cabeza, y de las que tengo que cantar sí o sí cada vez que las veo, estas son mis diez favoritas:

10. Unbreakable

Una chica que ha vivido los últimos quince años en un búnker secuestrada por un fanático religioso es liberada y se va a vivir a la ciudad de Nueva York. Ahora que tiene la oportunidad de vivir la vida al máximo, no está dispuesta a que las miserias humanas y la maldad general de la gente le echen su vida a perder. ¡Ella es irrompible!


9. New Girl

Muy del rollo de la anterior serie: una chica inocente y optimista hasta un punto desaconsejable se va a vivir con tres chicos más bien peculiares después de pasar por una dura ruptura sentimental. La chica nueva traerá al piso muchas soluciones prácticas para problemas del día a día, pero también un rayo de luz en las grises vidas de unos hombres tristes.


8. Friends

La mítica serie de televisión que no necesita presentación. Lo que más me gusta es que cambia con cada temporada, pero mantiene su esencia atemporal. Todos nos animamos cuando escuchamos esa canción, y si no lo haces, deberías mirártelo.  Es un delito poner más intros por encima de esta, lo sé, pero es mi lista y me la follo cuando quiero.


7. Darker than Black

Este es un anime que, si os digo la verdad, nunca terminé. Y no porque no me gustara, me flipaba la historia, pero me resultaba difícil encontrar los capítulos (soy un poco torpe con la tecnología y en general) y me pilló en un momento raro de mi vida.

Es un mundo extraño donde algunas personas tienen poderes que empezaron a la vez que dio lugar un exatraño proceso (premisa diatópica típica). Hay un misterio en torno al lugar donde comenzó todo, un cuerpo del estado que intenta resolver el misterio a la vez que lo mantiene alejado del conocimiento público, y un héroe enmascarado que no se sabe muy bien qué busca. Eso es todo lo que recuerdo de lo que vi, pero la canción de la intro me es difícil de olvidar.



6. American Horror Story (Temporada 1)

Una casa donde absolutamente todo da grima, unos personajes que parecen viajar en el espacio y en el tiempo sólo para encontrar aquella escena que te ponga los pelos de punta. El hilo conductor es el lugar donde todos los horrores se acumulan, y al final el espectador se siente atrapado en todas las historias. Han seguido haciendo esta serie, pero ninguna temporada consiguió cerrar el círculo de manera tan perfecta como la primera.

Y lo mejor: ese horrible sonido de la intro.



5. Ranma 1/2

Y volvemos a una intro feliz. Con este ranking os haréis una mejor idea de cómo funciona mi cerebro: en modo shuffle el 90% del tiempo.

Ranma es un chico que llega de China y que resulta ser una chica cuando le echan agua fría encima. Akane y su familia acogen a este noble guerrero y su padre: un oso panda a tiempo parcial. Ambos fueron maldecidos al caer en las lagunas de una zona maldita de China, y su objetivo es convertirse en grandes guerreros. Akane y Ranma están prometidos por un acuerdo de sus padres, y son obligados a compartir espacio y tiempo. Ambos lidiarán una batalla interior entre lo que sienten y la necesidad de reafirmarse como personas negándose a seguir los mandatos de sus padres, a la vez que tendrán que luchar físicamente con una serie de personajes variopintos que intentarán interponerse entre ellos. Es un poco vieja, pero una joyita que me anima siempre que estoy un poco triste.



 ¡Y no os perdáis el ending tampoco!



4. Vikings

Esta serie aún la tengo en progreso, pero hay días que me despierto con esta canción entre los ojos y no hay manera de sacármela. No sé si es por la tristeza pausada de su tono, o por la calma sobrecogedora del vídeo. No tengo que explicar de qué va porque es de las más vistas del momento. ¡Disfrutadla!


3. Dexter

Mi asesino favorito, y el más entrañable si me preguntas. Dexter es un hombre aparentemente normal que trabaja en el departamento forense de la policía de Miami. Todo normal, si no fuera porque también es un psicópata que por las noches da caza a los asesinos que se escapan a la justicia. Dexter no lo hace por ayudar al pueblo: necesita matar. No tardará en manipular las pruebas para que los mayores asesinos queden libres, siendo él la única justicia posible. Así, poco a poco, su verdadero yo irá tomando las riendas de su vida y su farsa empezará a desmoronarse.


2. The Tudors

De las primeras intros que se me quedó atrapada en el alma: una sucesión de imágenes tan estéticas como reveladoras acompasadas al ritmo de una música omniosa, como la muerte de la dinastía que se cuenta en sus episodios. Para mí esta intro fue reveladora.


1. True Blood

Una serie muy inquietante de imágenes de Estados Unidos que te dan una imagen real e incómoda de sus gentes, a la vez que te presenta una historia totalmente ficticia que te dice mucho de quiénes somos en realidad.

La serie, centrada en una camarera sureña que se enamora de un vampiro después de que se invente la sangre sintética (True Blood) y éstos salgan a la luz ante los humanos, degenera mucho y acaba siendo un poco infumable. Pero, para mi gusto, esta introducción es eterna.



 Y no os perdáis la cover que hizo mi marido por uno de mis cumpleaños:


The end of the fucking world

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No me he sentido tan vieja en mi vida como ahora mismo. Bueno, ahora que lo pienso, nunca en mi vida he sido tan vieja como ahora mismo. La cuestión es que cada vez tengo menos tiempo para libros y películas, para analizar historias, y todo lo que antes era parte esencial de mi vida. Sea como fuere, cada vez parece que mi ocio se orienta a cosas como ver Netflix, así que lo mejor es que siga con mis costumbres de siempre, pero con medios nuevos. Así amortizo mejor la cuota de socia.

No se me ocurre mejor historia con la que inaugurar mi sección de joyas de Netflix que con esta maravillosa serie: The end of the fucking world. Decir que, como todo lo que me suele encantar, me fue recomendada varias veces por varios amigos sin que le hiciera mucho caso. Por suerte, es una serie que viene en cómodos capítulos de veinte minutos, y me fue fácil incluirla en mi rutina, a la hora de la cena. Al final acabé por ver lo que me quedaba de una sentada un viernes por la tarde.

La trama

El primer capítulo he de decir que el protagonista me encantó y la protagonista me cayó como el culo. Me parecía la típica historia de adolescentes con pasado un poco triste que lo usan como excusa para ser personas de mierda e ultra-molestas. Es cierto que él me recordó a un jovencísimo Dexter (el de la serie, a la que un día le dedicaré también un post, porque le he dedicado muchos años de mi vida). Si me conocierais mejor, sabríais que tengo una cosa por Dexter, y me da mucha ternura el personaje.

En fin, chica problemática se fija en el friki tímido que resulta ser un psicópata y se escapan juntos. En principio parece la crónica de una muerte anunciada, lo cual yo ya sospechaba que en realidad iba a ser una historia de amor (sí, soy de esas que se creen que vienen de vuelta de todo y no quieren escuchar más putas historias de amor). Por suerte para mí, había muchas más sorpresas escondidas tras la premisa inicial.

Los dos jóvenes se unen contra la realidad de mierda que les ha tocado vivir y comienzan un viaje que pretende ser una lucha alegórica y gloriosa: nosotros contra el mundo. Sin embargo, conforme van moviéndose y cruzándose con personas y eventos, van aprendiendo una lección muy importante: la realidad no es algo de lo que se pueda huir.

El análisis

Una de las cosas que más me han gustado y con las que me quedo de esta serie, es el desarrollo de los personajes. Teniendo en cuenta la descripción inicial que se hace de ellos, y los datos biográficos que tenemos, sería muy fácil que ellos tomasen una posición estática y se centrasen en su pena, en las razones por las que el mundo les debe algo. Sin embargo, los vemos evolucionar, descubrir partes de ellos mismos que antes no conocían y, los más importante, también descubren que las personas que les rodean, especialmente sus padres, no son estáticos tampoco: las cosas no son blancas o negras.

Creo que la lección que mejor aprenden estos dos niños, y que creo que es uno de los temas centrales, es que entrar en la edad adulta no significa obtener respuestas. Ellos están dando el paso de niños a adultos, y cuando llegan al otro lado descubren que en realidad nadie sabe muy bien qué están haciendo. La peor lección que se llevan: las consecuencias de tus actos son las mismas independientemente de la intencionalidad de los mismos. No hay segundas oportunidades en el mundo en el que vivimos.

Me gustaría hacer una mención especial al cariño con el que están dibujados todos los personajes, hasta los secundarios. La historia no contada de las dos investigadoras me ha parecido un recurso alucinante que ha mucho color al contexto en el que se mueven los dos protagonistas.

En resumen

Una historia inusual llena de momentos duros pero no por ello faltos de ternura. Me hizo sentir como una adolescente de nuevo. Es una historia sencilla, divertida y redonda: no le añadiría una segunda parte.

Harry Potter y la piedra filosofal 20 años después

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Hace un par de semanas paseaba por la tienda Fnac y me topé con una maravilla: una preciosa edición de la primera novela de JK Rowling en una edición muy especial de veinte aniversario. La podéis encontrar encuadernada con los colores de las cuatro casas de Howarts, y todas incluyen información extra sobre las características de cada casa y su historia. La única pega: que sólo la podéis encontrar en inglés. Por otra parte, es una buena práctica para aquellos que quieran empezar a leer en inglés.Yo, por supuesto, me compré la de Gryffindor.  

Recuerdo perfectamente cuando leí este libro por primera vez. Estaba en ese momento de mi vida cuando tenía que demostrar lo mayor e independiente que era, por lo que me negaba a caer en la moda del momento. Sólo consentí leerlo cuando me lo sugirió un compañero de clase que, por supuesto, me gustaba mucho en aquella época. Me bebí este y los dos libros siguientes en pocas semanas, y me sentí profundamente decepcionada cuando me dijeron que aún no había salido el siguiente. 

Harry Potter fue mi primer profesor de inglés: desde que salió el cuarto libro y hasta que la saga terminó se me podía ver en las cafeterías, la piscina, la playa y hasta en el parque con mi libraco de Harry Potter, mi diccionario de inglés y mi libretita para apuntar el vocabulario. Con Rowling me quité los ruedines lingüísticos: leyendo el último libro y por primera vez sin ayuda de diccionario. Durante semanas tuve el último libro sobre mi mesilla, con las últimas cincuenta páginas sin leer. Tenía miedo de que la magia se acabara con la saga. 

Aún recuerdo lo enfadada que estuve con la autora durante semanas, meses, porque el libro no terminó como yo lo hubiera acabado. Me vi todas las películas en el cine (desde la cuarta), por supuesto, pero ninguna me satisfizo ni la quinta parte de lo que lo hicieran los libros en el pasado. Me encantaba hablar de la trama y los personajes con cualquiera al que le interesaba, pero juzgaba e imponía mi opinión snob sobre aquellos que opinaban sólo de haber visto las películas. Harry Potter marcó una etapa de mi vida, y sin duda una etapa de la historia de la literatura. Cuando terminé el máster tuve que renunciar a hacer el trabajo sobre ello dada la gran cantidad de trabajos académicos que ya existían sobre el tema, de muy diversa índole e intereses. 

A día de hoy, unos 15 años después de mi primera lectura, me he sentado con una sonrisa en los labios a revivir la magia de Howarts, y me he sorprendido aprendiendo más cosas. JK Rowling nunca dejará de enseñarme cosas mientras viva. Lo que más he notado re-leyendo Harry Potter es lo mucho que he crecido. He seguido maravillándome del mundo que Rowling crea y describe con tanta maestría, pero esta vez desde una perspectiva diferente. Desde el punto de vista literario, saco estas lecciones de mi segunda lectura de Harry Potter y la piedra filosofal

1. Menos es más

Las descripciones deben centrarse en los elementos protagonistas, dar pinceladas claves que dejen una impresión en el lector sin aburrirlo en los detalles. Por ejemplo, la simple comparación de la cicatriz con un rayo. No queda nada que explicar: el lector tiene la imagen clara en su mente. 

2. Nada pasa por casualidad 

Esto es un elemento básico que siempre nos dicen pero que no siempre sabemos seguir los escritores. Todos los personajes juegan un papel en la historia, esté o no claro eso para el lector; y todas las acciones ayudan a la trama a llegar al final de la historia. 

Por ejemplo, la historia de Hagrid y el dragón, que parece una subtrama casi de alivio cómico, resulta tener un papel esencial para el progreso de la trama. El desconocido que da a Hagrid el huevo resulta ser el mismo desconocido que quiere colarse en la escuela, y lo que pretende es sacarle la información sobre cómo pasar por la prueba del perro de tres cabezas. 

3. Está bien engañar al lector

No es necesario crear una mentira elaborada y extensa, basta con señalarles en la dirección incorrecta de vez en cuando. Basta con mostrar sólo el lado de un personaje y dejar que el lector haga su propio juicio de valor, contarle sólo la mitad de  una historia, o expresar los prejuicios de un personaje en voz alta de manera que parezcan la verdad sobre la que todos los personajes se desarrollan. 

Hay decenas de ejemplos en las novelas de Harry Potter. De esta primera, podemos destacar cómo Harry piensa que el malo es Snape simplemente porque no es amable con él. Todo lo que ve desde que decide que es él lleva al lector a pensar que es así. 

4. El mejor lugar para esconder algo es a la vista

Mi regla favorita para esconder los regalos de cumpleaños, que a menudo dejo rodando por la casa metidos en bolsas. En la escritura, sin embargo, es mucho más difícil de hacer. 

Coge un detalle, una acción o un personaje, y pásalo por delante de las narices de los ojos del lector sin darle más importancia. Mantén ese elemento de fondo, sin intentar darle más importancia de la que aparentemente tiene, y finalmente vuelve rápidamente a él, mostrando su verdadero significado. Si lo hacemos bien, no necesitaremos siquiera escribirlo: el lector lo inferirá solo. Para evitar ser obvios y que nos descubran antes de tiempo, es bueno mostrar varias pistas falsas a lo largo de la trama. Por eso decimos que nada, por muy insignificante que sea, pasa porque sí en una novela. 

El ejemplo más evidente es el turbante del profesor Quirrel, que aparece casi en el primer momento en que Harry conoce el mundo de los magos, y tras el cual se esconde el espíritu de Voldemort. 

5. Se puede partir de personajes planos y darle profundidad

Es bueno que existan todas estas reglas no escrita que se basan en la tradición literaria. Los protagonistas, los antagonistas, los personajes secundarios, los motivos literarios... son conexiones rápidas con el espectador. Un lector abre una novela del género fantástico, y sabe de antemano qué concesiones debe darle al autor en ciertas materias; concesiones que cambian por completo en una novela negra, o una romántica. A menudo los escritores queremos reinventar las reglas de la literatura, muchos lo consiguen, pero es ir contra la naturaleza literaria hacerlo partiendo desde cero convenciones. Podemos perfectamente partir desde un tópico literario, o un personaje arquetipo, e ir moldeando el personaje y la historia a nuestra manera, moldeando el molde a la vez que creamos nuestro propio universo. 

Magnífico ejemplo es el personaje de Hermine Granger. En su primera escena ya sabemos cómo es físicamente y cuál va a ser el tono que lleve toda la novela: es el Pepito Grillo de la historia. Sin embargo, conforme va interactuando con el protagonista y el co-protagonista, vas viendo cambios en su forma de actuar que hacen que adquiera un valor diferente. Es más, sus palabras y sus acciones tienen un efecto muy concreto en las del protagonista, llegando a ser ella la heroína en muchas ocasiones. 

6. Hasta los grandes tienen flecos

A lo mejor no he entendido bien la parte donde he visto el pequeño fallo, porque era ya muy tarde (me gusta leer antes de dormir, y como consecuencia duermo poco). Pero es cierto que he visto una acción-reacción que no termina de encajarme en la novela. Cuando Harry visita de nuevo a Hagrid para preguntarle por el desconocido que le dio el huevo de dragón -ya sospechando que se trataba de Snape- este de pronto recuerda que le dio la clave para superar la prueba del perro de tres cabezas. No es hasta que Harry es consciente de que "Snape" sabe cómo atravesar la trampilla que el perro está guardando que el malo de la historia consigue finalmente atravesarla. Entonces tuve que parar y preguntarme "¿ha tenido literalmente meses para pasar, pero hasta que Harry no lo descubre y corre a impedirlo no lo hace?". ¿Qué me estoy perdiendo? ¿Lo ha intentado antes sin éxito?: tres alumnos de primer año lo han conseguido en su primer intento. 

Además, en la sala de las llaves los tres se montan en escobas: lo cual es muy considerado de parte de los magos que crearon los retos; pensar en puedan ir a robar la piedra filosofal en equipo.

De cualquier forma, hay miles de detalles que no se le cuentan al lector y que hacen posible que eso sea así. Puede que el malo estuviera intentando descubrir la resolución de "todas" las pruebas antes de intentarlo, puede que nunca viera el momento porque el pasillo estuviera siempre vigilado... Lo importante es que, aunque en ese momento me sonara forzado, es posible, es verosímil. Las casualidades también se dan en los mundos ficticios: es trabajo del creador no abusar de ellas.

En general, ha sido un placer volver a leer esta novela. No puedo esperar a que salga la segunda en junio para repetir este experimento.

Crónica de mi primer año en la treintena

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Hoy es un día cualquiera en la historia, y en mi propia vida. Hoy cumplo treinta y un años, pero si me preguntas te diré un número falso. Siempre me han enseñado que es de mala educación que las mujeres se hagan viejas, así que miento. Quizá no fuera así exactamente lo que me enseñaron, pero es con lo que me he quedado. ¡Qué más da!

Primero que nada, me gustaría decir que NO he tenido crisis de los treinta. Mi crisis de los treinta empezó con veintiocho años, y la superé antes de cumplir los treinta. Qué os voy a contar: soy así de lista y eficiente. No he notado ningún cambio sustancial en mi vida derivado de la edad, y como me conservo de lujo, como podéis ver en la foto, no ha habido cambios evidentes en la forma en la que me trata la gente de mi entorno inmediato (amigos y compañeros de trabajo). 

Sí me gustaría hablar de un cambio drástico que se ha dado en el entorno familiar, y que lleva varios años viéndose venir. El cambio en cómo te tratan tus padres, y por extensión, tus suegros. La forma en que te mira la sociedad -y me refiero a tu jefe, la seguridad social, el señor del banco, la publicidad- también ha cambiado bastante. Y qué queréis que os diga: me cabrea bastante. Me cabrea tanto que a veces no puedo expresarlo bien, por eso he pensado bastante sobre el tema antes de ponerme a escribir. Tras varias horas de meditación (vale, han sido unos 45 minutos mientras hacía limpieza en casa: mi casa es muy pequeña, no me da para reflexionar más) he llegado a una conclusión: lo que cambia principalmente son las expectativas. 

Recuerdo cuando tenía veintipocos años, y si me voy  más atrás, la sensación es aún más clara: la gente se amaravillaba conmigo, esperaba grandes cosas de mí. Cuanto más atrás voy, más doloroso es. El primer cuento que escribí, en clase de lengua en cuarto de primaria, gustó tanto a mi maestra que se lo enseñó a la maestra de la clase de al lado, maravillada. En uno de los pocos concursos de poesía a los que me he presentado me dieron un premio por ser la más joven de los candidatos. Mi tutora del Bachillerato me insistía para que me pensara bien la carrera que quería hacer, porque consideraba que tenía mucho talento (ojalá le hubiera hecho caso). Mi profesor de escritura creativa del máster me rogó que me olvidara de la lingüística y me centrara en la literatura... Sin embargo, eso me parece tan lejano ahora. 

Ahora, con menos complejos y menos inseguridades, la persona que más cree en mí soy yo. Y no es falta de humildad, para nada; es simple instinto de supervivencia. Con la edad (u otra cosa, no he conseguido localizar el qué aún), las expectativas que los demás tienen de mí son muy escasas, y mis sueños no existirían si yo no me preocupara de alimentarlos. Mi jefa piensa que tengo mucho potencial, sí; pero le basta con que cumpla con mis funciones laborales. Mi madre cree que soy la más lista y la más guapa del mundo, también; pero preferiría que fuera menos guapa y le diera un nieto. 

Lo cierto es que soy una "señora", con todas sus letras y sin presentaciones. Es lo que me llama la recepcionista del centro de salud, la señora del banco, el niñato adolescente que necesita que le dé paso en el metro. "Señora". Cada vez que alguien me llama eso me deja claro que el mundo tiene cero expectativas sobre mí. No hay talentos ocultos que descubrir y, si es que tengo algún talento, a estas alturas ya habría alcanzado su punto álgido. Nada que destacar: soy una María más de las muchas que hay España, un número de ticket en la caja del Mercadona, un coche más en el atasco matutino. 

¡Pues no! Y aquí viene lo bueno que he aprendido en este primer año de mi tercera década. Ahora que nadie espera más de mí (terminar carrera, encontrar trabajo, casarse, sobrevivr a una obra: ¡todo checked!), ahora es cuando yo cojo y hago lo que me da la gana. Los dejo a todos boquiabiertos. Ahora es cuando más creo en mí. Ahora es cuando digo que voy a hacer algo, y lo hago: sin explicar nada a nadie, sin justificarme. 

No importa que Netflix me sugiera series que no tienen nada que ver conmigo, que la familia deje caer lo de los niños cada tres frases, que mi abuela no entienda que pueda tener problemas o preocupaciones teniendo una casa en propiedad y un marido... Este es objetivamente el mejor momento de mi vida. Soy joven, estoy posicionada económicamente, tengo un conocimiento global bastante genérico y poco profundo, pero que me vale para sobrevivir fuera de mi círculo inmediato.. Este es el momento de luchar por lo que realmente quiero. Y creo que tengo claro lo que quiero y lo que no. Al menos de manera genérica. 

Podría seguir mi patrón mental habitual y deprimirme, esta vez porque nadie espera nada de mí salvo lo que es evidente que puede pasar. En lugar de eso, he decidido sorprender al mundo con quien realmente soy. He decidido demostrar que aún se pueden esperar grandes cosas de mí. Y la mejor forma de demostrar algo, es hacerlo. 

Si estás de bajona por tu edad o porque crees que nunca vas a cumplir tus sueños, te animo a replantearte la idea. Nadie tiene la última palabra sobre tu destino más que tú mismo; y aunque los sueños no se cumplan, un sueño roto sigue siendo un sueño. 




The Cloverfield paradox: refrescante e inquietante

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Director: Julius Onah
País: Estados Unidos
Año: 2018

La verdad es que me hubiera gustado ver esta película nada más que salió, porque me gustaron mucho las anteriores.

La verdad es que este tipo de películas me suelen dejar pensativa varios días, y me gusta esperar a tener la mente receptiva para no estropear el efecto. Soy una especialita de cuidado en lo que se refiere a consumir ocio: ¡qué le vamos a hacer!

Trama

Sólo quedan pocos años para agotar los recursos naturales de la Tierra, lo cual significaría el fin de la humanidad. En previsión de esto, científicos de todo el mundo se unen en una misión especial para poner en marcha desde el espacio un sistema de energía que en teoría proporcionaría energía ilimitada, y supondría la salvación de la humanidad. ¡Hurra!

Así dispuesto, la protagonista de esta historia se sube al espacio a pesar de sus reticencias animada por su marido, quien cree firmemente que ella podrá marcar una diferencia en la misión. Ella se va y comienza el frustrante trabajo contra reloj: la misión falla una y otra vez durante meses. Hasta que un día, hacen la prueba y no fallan.

Sin embargo, la ausencia de fallos aparentes no garantiza el éxito de la misión.

Análisis

Primero que nada, me gustaría avisar de que este análisis va a ser bastante incompleto. Creo que hay varias cosas que me han pasado desapercibidas, y estoy segura de que cuando vuelva ver la película -especialmente si la veo en plan maratón con las dos primeras- descubriré mucho más. Sin embargo, mi maravillosa vida de prioridades adultas me hacen imposible ofreceros eso a día de hoy.

Para empezar, me encanta la premisa del personaje protagonista. Una mujer adulta que aparentemente cumple los requisitos de familia americana de película, pero que conforme la vas conociendo descubres, no sólo que no es perfecta, ni vive un matrimonio ejemplar (como incita a pensar la primera escena) sino que es insegura y tiene un lado oscuro que difícilmente desaparecerá.

Por otra parte, el resto de los personajes son también complejos y llenos de matices. Siendo una visión espacial con participantes de diferentes partes del mundo, sería fácil y cómodo caer en tópicos sobre los mismos. Sin embargo, conforme la trama avanza vemos menos de dónde viene cada uno, y los vemos más a ellos como seres humanos: con sus luces, sus sombras, sus deseos y frustraciones.

Todo esto es posible gracias a la historia en sí, y cómo se desarrolla la trama para dar sentido a un aparente sin sentido. Tenía mucha curiosidad por saber cómo iban a hilar historias tan dispares, y el recurso a mí me ha parecido magnífico. Llena el universo de la historia con posibilidades ilimitadas que a la vez son verosímiles y muy entretenidas.

Alerta Spoiler

La existencia de múltiples universos donde todos los desenlaces posibles se dan a la vez, y el hecho de que los protagonistas puedan, ya no cruzarlo, si no ser conscientes de ello, presenta un problema que sin dejar de ser ciencia ficción muestra una imagen más que completa de la complejidad humana. Durante toda la película no dejaba de sorprenderme y preguntarme internamente "¿qué haría yo en su lugar?", sin ser capaz ni por un momento de saber la respuesta. Ese efecto me pareció alucinante y adictivo.

Por otra parte, el hecho de que se le de un final cerrado a una historia que se presenta desde el mismo comienzo como una pregunta sin respuesta, me parece sencillamente sublime. Sobre todo teniendo en cuenta que mucho antes de que la historia comience de cara al espectador, en las primeras cintas cuya acción es paralela y a la vez consecuencia de esta primera, todo parece un caos sin sentido incapaz de ser ordenado. A medida que la trama avanza, las locuras se hacen más frecuentes y más violentas, y como espectadora temía que terminara en un caos aún mayor y más incomprensible.

Sin embargo, en esa escena final cuando cae la cápsula y sale una bestia del mar que la devora, es un final tan fugaz y trágico a la vez que me sobrecogió. La sencillez de la acción con la que termina la película me pareció el colofón perfecto a la sucesión de emociones fuertes.

Lo mejor

Lo que más disfruté son los momentos en los que pasan cosas totalmente inesperadas y fuera de la lógica. no sólo me sorprendieron, si no que daban lugar a diálogos y acciones por parte de los personajes totalmente nuevas y originales.

Lo peor

Los alivios cómicos del personaje irlandés (uno de los protagonistas de IT Crowd) me parecieron a veces un poco forzados, y se cargaban un poco el ambiente.

En resumen

Una película llena de sorpresas y acción que no te dejará indiferente. Un estudio bastante decente de la naturaleza humana: entretenida e interesante.

Trabajo en progreso: El Contrato

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Es posible que a muy pocos os resulte de interés, pero me gusta compartir en lo que estoy trabajando. Por una parte, para haceros saber que, aunque podáis sentir poca actividad por mi parte en las redes sociales, este proyecto forma parte de mi vida diaria, e implica compromiso constante con mi trabajo. Por otra parte, es una forma de comprometerme públicamente a terminar lo que comienzo, y sobre todo, a ponerme metas.

Esta historia se me ocurrió en 2014 como parte de un trabajo de literatura creativa, y aunque llevo pocos capítulos escritos, creo que va a ser de lo mejor que haya escrito hasta la fecha. 

Sinopsis

En un mundo decadente donde hemos destrozado la naturaleza hasta el borde de nuestra propia extinción, las mejoras tecnológicas promocionadas por grandes compañías son la única esperanza para la supervivencia de la raza humana. 

Gracias a los avances tecnológicos, los seres humanos tienen capacidades nunca antes vistas, además de una resistencia biológica a muchas enfermedades terminales que alargan la esperanza de vida hasta límites insospechados. Para tener todas esas ventajas a tu disposición, sólo tienes que mostrar compromiso: firmar un contrato. 

El mundo está dividido entre los que firman y los que no, y la lucha de clases se intensifica en torno a la moralidad de las cláusulas de dicho contrato, así como las injusticias que se comenten en su nombre. 

En este contexto, nace el primer miembro de la siguiente generación, y que sin estar planeado creará un puente entre las diferentes clases sociales que llevarán la sociedad y todo el sistema al siguiente nivel evolutivo. ¿Qué cambios implicarán esa evolución? ¿Estarán todos los miembros de la sociedad incluidos en el nuevo sistema? ¿Qué implicaciones medioambientales tendrá?

Esas preguntas, querido lector, están aún en el aire, pues sus respuestas son meros delirios en mi mente. Pero tranquilos, que poco a poco, con esfuerzo, estoy dándole forma sobre el papel en blanco. 

Extracto

Víktor mira fijamente los ojos morados de Mónika mientras le da el primer bocado al plato especial que le ha preparado. Llevan un tiempo saliendo y teniendo relaciones, pero es la primera vez que la chica consiente meterlo en su casa. Ha mostrado muchas veces ser extremadamente reservada en el ámbito privado. Ella tiene las pupilas fijas, sumida en la Nube, igualmente sus labios dejan entrever una reacción. Víktor sonríe. 

—¿Has averiguado ya el ingrediente secreto?
—¿Qué crees que estoy haciendo conectada? —Ambos se ríen, y él aprovecha el momento para tomarla de la mano. Ella ya le ha contado sus reservas sobre entrar en una relación demasiado seria en este momento de su vida. Necesita centrarse en su carrera. Mónika fija su mirada en Víktor al fin. —Vale, me rindo. 
—Azafrán. —Ella estalla en una risa bravucona y adorable. 
—¡No me lo creo! Sé de sobras a qué sabe el azafrán. —Toma otro bocado, esta vez concentrada en los sabores, con los ojos cerrados. Él coge su tenedor y prueba un bocado él mismo. —¿Por qué me sabe tan diferente?
—Porque es azafrán de verdad: cultivado en la Tierra por un grupo de naturales en el Distrito 6 de Chemical Technologies. 
—¡Qué parva de hippies! —El tono de Mónika es de desaprobación, pero sonríe mientras toma otro bocado del arroz salvaje que Víktor le ha preparado. —¿Cómo te enteraste de que existía un cultivo de azafrán natural en un distrito perdido de Chemical Technologies? Es con diferencia la peor compañía en la que comprar. Les llevamos años de ventaja. 
—Pues me enteré por una publicidad. —Mónika tuerce el gesto con sorna, lo cual le obliga a explicar ese comentario. —Me suscribí a un canal de cocina, ¿vale? No me mires así. Sé de sobras lo que estás pensando en este momento. —Mónika extiende los brazos en son de paz, divertida, y acto seguido remata el plato. Comienza a hablar casi en el mismo instante, con la boca llena. Víktor puede ver en sus ojos que le va a dar un discursito de superioridad. 
—No te juzgo, ¿vale? Sólo me soprende un poco. Es decir, el abogado que tejió el entramado publicitario del Distrito 51 de Biotek paga por un servicio publicitario-
—Que te lleva a probar el mejor plato de arroz que has comido… probablemente en tu vida. ¿Estamos de acuerdo hasta ahí? —Mónika asiente aún con la boca llena. —Además, técnicamente no es de pago, sólo he accedido a una permanencia en la suscripción de dos meses. No es para tanto. 
—Me resulta más caro que dos meses de Contrato. Se ve que tenías muchas ganas de cocinar para mí. —El silencio se hace un minuto mientras se miran a los ojos. —Desde luego, a mí me ha valido la pena. —Ella le pasa la mano tras el cuello y lo atrae para sí para darle un beso corto y tierno. —Pásame el enlace, que te quito de la lista mañana en el trabajo. No voy a dejar que sufras dos meses de publicidad por invitarme a cenar. 

Ambos sonríen con la mirada puesta en el infinito un instante. La dirección entra en el Buzón de Mónika al instante, y ella marca el mensaje con las etiquetas “importante”, “publicidad” y “baja” antes de mandarlo a la lista de prioridades para mañana. Luego vuelven de nuevo a su ser, pero Mónika se queda unos segundos en sus pensamientos. 

—Es curioso —dice ella al fin— porque ayer mismo hablábamos de algo parecido durante el briefing con el equipo de marketing. Cómo hemos evolucionado hasta el punto en el que no tener publicidad es el negocio, y nuestro negocio original está empezando a sufrir las consecuencias. Necesitamos darle la vuelta sin caer en las chorradas de suscripciones y tal, porque tienen muy poco éxito. 
—No te sigo. —Víktor se levanta a preparar la ensalada de mar y viento que hay de segundo. Escucha a Mónika desde la barra de la cocina. Ella se descalza y estira las piernas sobre el elegante sofá blanco mientras le explica. 
—Empecemos por el principio. Una magnífica y brillante programadora descubre la forma de descifrar el lenguaje del pensamiento, linealizarlo y almacenarlo como cualquier otro dato. Fonemas, luego grafemas, imágenes y sonidos, luego texturas, olores y sabores. Es decir, una vez tienes el código es como cualquier lenguaje de programación: tu imaginación es el límite. —Víktor asiente mientras le lanza un tomate cherri que ella coge al vuelo y muerde. Por supuesto, él ya sabe todo eso que le está contando, todo el mundo lo sabe, pero le encanta el sonido de su voz, así que no la interrumpe. —Gracias a este descubrimiento el almacenaje de datos llega un nuevo nivel, y los humanos, que ya estaban en proceso de fusionarse con las máquinas, pueden hacer la integración completa al no haber problemas de RAM, como en las primeras generaciones. Es decir, podemos meter tantas líneas de procesamiento complejo como necesitemos, porque podemos tirar de almacenamiento externo para todo lo no esencial y usar toooooda la capacidad cerebral para las funciones básicas y las mejoras. ¿La primera comunión de la hija de tu vecino?, a la Nube. ¿Los logaritmos y sus aplicaciones a tu trabajo diario?, memoria interna. Externalizamos recursos no básicos, ampliamos las capacidades ya existentes y tenemos súperhumanos: los ya conocidos como biónicos. Nace el maravilloso Contrato que todos los afortunados de este mundo hemos firmado y nuestra primerísima línea de negocio: las cuotas de almacenamiento externo. 
—Es increíble que ya haga 150 años de aquello. ¿Recuerdas la gala del centenario? 
—¡Por supuesto que recuerdo la cena en la que nos conocidos! Podríamos verla después de cenar, si quieres. ¿Ves? ¡El nacimiento de una nueva era! ¡Todo por descifrar un código que nadie pensaba si quiera que fuera posible descifrar! Lo cual nos lleva a nuestra segunda línea de negocio: la publicidad. Y por supuesto ahí tengo que dar las gracias a tu gremio por los avances legales que posibilitaron la inclusión de pensamientos ajenos en sujetos previa autorización. 
—Hey, los abogados sólo buscamos agujeros en las leyes, es gracias a nuestro desastroso sistema democrático que esos agujeros existen. —Víktor se sienta en el suelo y pone la ensalada en la mesa baja frente a Mónika, que se incorpora. Tiene muchas ganas de contarle la historia de cómo nació esa receta y retarla a encontrar el nuevo y caro ingrediente secreto: seis semanas de Contrato. Sin embargo, le encanta verla tan entusiasmada, y la deja comer mientras habla sin explicarle nada.
—La cuestión es que el negocio de la publicidad intracraneal abrió camino a las cuotas por romper las cláusulas de permanencia publicitaria que se firman en el Contrato, y nos hizo mucho más ricos. 
—¿Pero? Deduzco que estamos llegando al fin a la discusión del otro día con los de marketing. 
—¡Pero! —apostilló Mónika sonriendo— las empresas publicitarias están perdiendo dinero. Cada vez sus campañas tienen menos repercusión, y nos exigen una nueva forma para llegar al Consciente o se van a retirar. Muchas de ellas. Han formado una alianza y todo, los muy miedicas. Tengo que encontrar la forma de saltarme el contrato de recisión de publicidad o convencer a los usuarios de que pidan recibir unos consejos que han pagado por no recibir. ¡Es muy complejo! No sabemos qué hacer. Los pringaos que pagan por permanencia sin coste son una minoría… Aunque son muy guapos, todos. —Mónika extiende la mano para hacerle una caricia mientras Víktor se hace el ofendido. —En resumidas cuentas, estamos jodidos. Pero esto está muuuuy rico. 
—¡Me alegro de que te guste! Y a ti te gustará saber que hay, efectivamente, señorita, un ingrediente secreto que debes averiguar. —Mónika se ríe del tono con que Víktor ha dicho esa última frase: suena como una de esas horribles voces de la publicidad intracraneal. Ella levanta un dedo para indicarle que espere, y saborea la ensalada con los ojos cerrados. Víktor se queda pensando en el problema que ella le ha planteado.
—En términos legales, lo que necesitas es una revisión de contrato. Una excusa para modificar cláusulas. Añadiendo un servicio, por ejemplo. —Mónika se queda con el tenedor en el aire. De repente su mirada vuelve a estar fija y sus pupilas inactivas: está buscando algo en la Intranet. —Debe ser algo muy jugoso, o que le haga mucha falta al usuario. Que le haga saltarse la lectura del contrato, o no fijarse demasiado. Bueno, para eso están los publicistas. 
—Creo que lo tengo. —Dice Mónika volviendo en sí. 
—¿Sabes cuál es el ingrediente secreto?
—¡El subconsciente! Muchos científicos y programadores lo han estudiado durante años, y cada año incrementa el número de personas con terrores nocturnos causados por datos residuales que se almecenan en el subconsciente. A día de hoy ya es una necesidad de la población poner orden en esa parte de su cerebro. 
—Si conseguís una fórmula para tratar el mal de memoria, sin duda podréis ponerle un Contrato nuevo al cliente con las cláusulas que queráis de publicidad. Incluso… me atrevería a decir que podríais insertar ideas en el subconsciente destrangis. Hay muchas lagunas legales: en un buen terreno por explorar. 
—Además, si conseguimos entrar podemos crear miles de servicios asociados: gestión emocional, creación de hábitos, tratamientos contra drogodependencia, obsesiones… ¡Es una mina de oro!
—¿Y crees que podrías abrir ese camino? Me refiero a técnicamente. ¿Puedes programarlo? —Mónika sonríe mientras se vuelve a meter en la Intranet. 
—Sola no, pero conozco a unos cuantos compañeros que podrían ayudarme a llegar ahí. Claro que hay muchas personas que han pensado en entrar, pero no han conseguido financiación. No han sabido venderlo como yo lo voy a vender. ¿Me ayudarás con la parte legal y financiera?
—¡Por supuesto! Este podría ser tu salto final a la planta 50. —Mónika sonríe mientras saca un teclado de debajo de la mesa y lo echa sobre sus rodillas. Escribe frenéticamente con la mirada fija de nuevo. 
—Víktor, me sabe fatal, pero ya he encontrado un código candidato a ser el core de mi programa, y dos de los mejores programadores de Biotek ya me han contestado que quieren comenzar a trabajar en esto hoy mismo. —Víktor comienza a ponerse los zapatos y va a por su chaqueta. No quiere que se le note la decepción en la cara: la ve tan contenta. 
—Lo entiendo perfectamente. Me alegra haberte podido ayudar. —Comienza a caminar hacia la puerta con la chaqueta en la mano. —¡Hey! ¿Recuerdas aquella noche en la que se te ocurrió la mejor idea de tu carrera mientras comías una ensalada deliciosa cuyos todos ingredientes no conocías? —Mónika se desconecta unos segundos sólo para sonreírle. 

—¡Comino! —Le grita justo antes de cerrar la puerta. Víktor se ríe tras la puerta ya cerrada. Le manda un mensaje por el Chat Directo: “Frío frío”.  

Fecha de lanzamiento

Noviembre 2019

La caída de Eva

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He tenido muchas dudas sobre el título de la segunda novela de La historia inconexa, pero hay muchas cosas que ya tengo muy claras, y es que esta historia estará lista para los lectores en junio de 2018.

Sinopsis

Esta es la historia de Eve: una chica cualquiera con una familia perfectamente aburrida. Eve no es una chica especial, pero igualmente se siente atrapada en los clichés que la definen sin que ella pueda hacer nada por contradecirlos. O eso cree ella. 

La realidad de Eve se distorsiona por completo cuando descubre que esos clichés que cree que mueven toda su existencia no existen. A medida que avanza la trama, el mundo de Eve toma un cariz completamente diferente y ella, liberada al fin de las limitaciones autoimpuestas de una sociedad que no conoce, aflora con su verdadero ser. 

Esta novela es el segundo asalto de La historia inconexa, que narra la destrucción de la sociedad enquistada por los secretos de los oscuros, y el comienzo de una nueva era para todas las especies que pueblan la Tierra. 

Extracto

Mi plan perfecto para este sábado por la noche era ponerme el pijama a las siete y sentarme frente a la tele con un bol de palomitas. En lugar de eso estoy frente a la casa de un vecino con un bol de macedonia en las manos.

¿Dónde están mis palomitas? No es justo.

Mamá me pide que sonría por enésima vez. Creo que si me muerdo la lengua en este momento me enveneno. Mi pijama es mucho más cómodo que el disfraz de muñequita que me ha regalado mamá, sin duda. En lugar de ir descalza, llevo tacones altos. Me arrepiento de ese rollo de querer ser adulta, ¡dejadme ser pequeña para siempre!

Oh, no, la casa de los Devito. Ir a una fiesta en casa de los Devito es un viaje en el tren de la bruja: ni sabes qué te vas a encontrar, ni cuánto va a durar. Papá y Toni Devito son amigos y compañeros de profesión -como casi todos los habitantes de la urbanización Indian Springs- y lo son desde hace muchísimos años. Normalmente una fiesta con ellos dos es una invitación a que nos aburran con mil trivialidades que han compartido. En la mayoría de ellas hay una pequeña y mocosa Eve de fondo, lo cual lo hace un poco más humillante.

Lo bueno es que también hay un pequeño Jason, una pequeña Laura… cualquiera menor de cincuenta lo considerará una tortura.

—¿Qué tal, Toni? Me alegro de verte.

Éste es otro que ni envejece ni engorda ni nada. Es básicamente una versión hispana de mi amado padre. Sólo que con más nariz, y con bigote. Otra novedad más en el emocionante Indian Springs.

Básicamente la casa está llena de la gente de siempre vestida un poco más elegantemente. El nieto de Sarah Williams está bastante bien, pero lleva un jersey que canta a regalo de mamá puesto. Lo cual lo hace inviable para cualquier tipo de relación romántica. Da grima.

La pequeña Helen es ahora la tetona Helen, lo cual cuenta como una novedad más. Jason debería dejar de mirarla tan descaradamente, al menos delante de su padre. Menos mal que es el párroco Harrison, si no le hubiera partido la boca ya. Oh, no, ahí viene Laura. 

La pequeña Devito es la única de toda la sala que pasa de la moda puritana. Pero nadie le dice nada por lo de su madre, supongo. Aquí en Indian Springs la gente es bastante tolerante con los huérfanos, creo. Aunque el padre sigue vivo… O será porque la madre de Laura murió en extrañas circunstancias, lo cual lo hace aún más duro. ¿Cuántos años hará de eso?

 —Hey, Laura, ¿cómo lo llevas?

¿Se ha puesto lentillas de colores?! ¿Pero qué color es ese… púrpura?

—Hola, Eve. De vuelta al aburrimiento estival, ¿eh? ¿Qué tal te fue en California?

Ahora que me fijo también lleva una tobillera de pinchos, y un tatuaje en el escote.

—Por California bien… ahí, estudiando.

La verdad es que ha sido uno de mis peores años académica y personalmente, pero como te importa un carajo sonrío y punto.

—¿Y tú qué tal?

El nieto de Sarah se ha quitado el jersey, quizá le dé una oportunidad después de todo…

—Muy mal. El curso que estoy haciendo es una mierda, pero mi padre quiere que lo termine. No veas cómo está el nieto de la Williams, ¿no?

—Sí… supongo.

Puede que después de todo no me lo pase tan mal esta noche. Papá y Devito ya han abierto la botella de whisky, mamá hace vida social con el resto de las mujeres. Todas parecen más jóvenes de lo que realmente son: con vestidos en tonos pastel, pocas joyas, la misma copa en la mano toda la noche. Parecen clones. Jason ha apoyado el codo sobre el piano mientras habla con Helen. Va por la tercera cerveza, calculo. Su padre está con el mío, tan tranquilo. ¿De verdad se creen ese rollo de que ha cambiado totalmente?

El nieto de Sarah Williams, ¿tendrá nombre? No hace más que hablar con esa idiota de Mary, ¿qué le estará contando? Cuanto más le miro más guapo me parece. Y eso que es como todos: alto, castaño, bien afeitado, musculoso… ¡Necesito pensar en otra cosa!

Estoy hasta el gorro de tomar zumo de frutas. Mataría por un chupito de tequila. Hablando de cosas fuertes…

—Hey, Jason, consígueme algo de alcohol, ¿quieres?

Helen no se ve por ninguna parte, no es que Jason quisiera hablar con su querida hermana.

—Sabes que mamá se dará cuenta, ¿verdad?

—¡Tú estás bebiendo cerveza!

—Pues bebe cerveza conmigo…

Vaya mierda de fiesta. ¿Cómo va a beber una ni ligar en la misma habitación que sus padres? Con lo bien que estaría yo con mis palomitas…

—¿Has visto a la freak de Laura? Cada día que pasa está más flipada.

Precisamente la flipada está asustando a la pobre y vieja señora Williams delante de nosotros.

—A mí me cae bien, es sincera.

¿Por qué me miran? ¿Vienen hacia aquí? Jason se ríe, el mamón. Claro, como su cita ya ha vuelto del baño…

Encerrona con la señora Williams. Genial.

—¡Oh, Eve, querida! Casi no te había conocido.

Laura me mira de una forma muy extraña, no sé si se estará conteniendo la risa.

—Es muy agradable saber que tenemos perfectas señoritas en esta zona que vuelven para levantar nuestra comunidad.

Parece que se va a volver a Laura para acusarla de ser la reencarnación del diablo o algo de eso, pero no. Laura le alcanza otra copa de champán.

—La señora Williams está sola en casa esta semana porque su hijo Thomas está de misión en Europa del Este. ¿Te lo puedes creer, Eve, una mujer sola en una casa tan enorme? Para limpiarlo y demás, tiene que ser un caos.

No sé a dónde va esto, pero mi hermano tenía razón sobre Laura: está flipada. La pobre mujer no deja de darle tragos a la copa, y su nieto mientras tan feliz con la flacucha de Mary Harrison.

—Sí, bueno, la cuestión es que necesito hacer limpieza en el desván urgentemente, y yo sola no  puedo. Laura se ha ofrecido amablemente a hacerlo, pero me temo que va a necesitar ayuda de una amiga. Por supuesto, os pagaría.

Sigo mirando a Laura desconcertada intentando entenderlo: Ella venga a sonreír, feliz.

—Sería un placer, señora Williams. Aunque no necesita pagarnos para hacerle un favor.

—Ooh… Eve, tú siempre tan atenta. Pero insisto.

Laura intenta decirme algo con la mirada, pero no soy telépata, ¿sabes? ¿Por qué leches me ha metido en este rollo con la vieja?

—Lo único que puedo ofreceros aparte del dinero, es la ayuda de mi nieto Thomas, si no os hace sentir incómodas trabajar con un chico al que acabáis de conocer.

No puedo evitarlo, estoy sonriendo. Y esta vez no es porque lo exija la situación. Por encima del hombro de la anciana puedo ver el prefecto pelo de Thomas, y sus fuerte pectorales, sobre los que la bruja de Mary apoya la mano.

—Estoy segura de que su nieto sabrá tratar con respeto a un par de damas, señora.

¡Sí, sí, sí! Somos unas guarras, pero nos vamos a encerrar en un desván con el nieto de la señora Harrison. Esta Laura parece que me haya leído el pensamiento.


De pronto parece que el ambiente se haya tensado un poco. Muchos han dejado de hablar. Tal vez sea el momento de escabullirme por el bar y buscar una botella de vodka. Pero, ¡oh!, la señora Williams me vuelve a enganchar. ¿A dónde miran todos? ¿La puerta, qué?

—Oh, son los Almond.

Creo que en otro contexto lo habría dicho en voz baja. El alcohol le ha subido un poco. Los peores vecinos del barrio, históricamente. Creí que no tenían hijos, hasta que me crucé esta mañana con el gran conversador.

—Procura no relacionarte demasiado con esa gente, Eve. Parecen amables, pero he oído que viven de asuntos turbios. Además —ahora mismo tengo las arrugas de esta señora más cerca de lo que necesitaré verlas en mi vida— la madre… es una borracha.

Al menos esta vez se ha molestado en decirlo en voz baja.  Pues no deben ser tan siniestros como dice cuando Laura no les ha prestado atención. Por cierto, que ¿dónde está? ¿Y Mary Harrison sola? Va a ser una lucha muy dura lo de ese desván y Thomas Williams. Laura parece bastante despiadada ahora con esos tatuajes y demás, pero no sabe lo que es una mosquita muerta desesperada. Y yo, la verdad, desde que me dejó Samuel hace ocho meses, estoy bastante desesperada.

Ya está, ya lo he dicho.

En fin, Eve, reserva fuerzas y busca alcohol. Es la única forma de aguantar aquí hasta el amanecer.

¡Comienza a leer!

Ready Player One

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Hoy me han propuesto ir a ver la peli del momento: Ready Player One. Trabajando en el sector del desarrollo web y teniendo un marido y un grupo de amigos friki a más no poder, esta peli era algo que no podía, bajo ningún concepto, pasarme desapercibida. Así que he ido, tras muchos comentarios a favor y en contra de esta peli, y así es como la he vivido.
Sé que existe el libro pero esta vez he decidido no leerlo porque todo el mundo me comentó que lo más característico de éste son las infinitas referencias a la cultura de los ochenta, y como soy todo lo contrario a una experta en ese tema, he decidido saltarme mi regla de leerme el libro primero.

La trama

La premisa de la película es bastante chula y bastante prometedora. Una sociedad futurista donde los recursos son más que limitados, la sobrepoblación muy evidente y ante la mala vida de la clase media la sociedad se refugia en los videojuegos como una forma de evasión. En principio, un tema que se presta fácilmente a la crítica social y abre un debate sobre los valores de nuestra sociedad actual, que se ven llevados al extremo en esta distopia futurista.

Todo sucede en Oasis, un mundo extraordinario donde cada uno puede ser quiera y hacer lo que quiera. Por supuesto, nadie es del todo libre en esta tierra prometida: si mueres resucitas, pero pierdes todos los bienes materiales que hayas acumulado en tu tiempo de juego. Por supuesto, estos bienes son las fantasías de lo que realmente queremos ser, algo que sabemos a ciencia cierta es imposible de conseguir en la vida real, por lo que la gente es aún más cuidadosa con ello. Esta sociedad, como buena sociedad enferma y disfuncional, vive en el miedo.

Me podría pasar horas analizando la premisa: es tan prometedora y llena de posibilidades. Sin embargo, y por desgracia para mí, todo se simplifica bastante una vez se le explica al espectador y se le presenta el nudo de la historia. El varias veces multimillonario que creó Oasis muere y deja unas pistas escondidas en el juego; quien consiga descifrarlas y llegue al fin del juego, será dueño de la compañía. Desde ese momento conocemos al protagonista -que cumple todas las características aburridas de un super héroe moderno: pobre, joven, guapo, lleno de sueños, desenvuelto, etc- y poco a poco va adentrándose en ese mundo y va quitando las máscaras a los diferentes personajes que se encuentra; descubriendo el verdadero funcionamiento de dicha sociedad.

Análisis

Desde mi punto de vista, lo que hace esta trama tan pobre y lo que me ha dejado tan insatisfecha, es la cantidad de tramas, personajes y giros que podrían haberse dado, pero no se dan. El mayor delito de esta película es el de la omisión.

Es decir, en un mundo donde se pueden dar todas las cosas que tu imaginación pueda concebir, se junta un grupo de jóvenes de una misma ciudad -que no son un clan pero actúa como un clan- y que se expresan en ese mundo infinito y lleno de posibilidades de la misma forma que lo harían en el patio de un colegio. Es decir, vas conociendo a sus avatares, y son transparentes:  ni una sola sorpresa.

Otra cosa que me ha molestado mucho: la ya tradicional omisión de sangre y sexo en este tipo de películas. Los personajes que aparecen son niños de doce años con armas de destrucción de un poder casi ilimitado. Las conexiones emocionales son simplistas y maniqueístas: los que no son mis amigos son por defecto enemigos. Sinceramente, creo que el ser humano son mucho más complejos y hasta el empresario malvado se merece un retrato más realista.

Alerta Sopiler

Lo que más me ha molestado de esta peli, sin ninguna duda, es la falta de complejidad y naturalidad de los personajes. Uno por uno, se van quitando la careta y respondiendo a los arquetipos archiconocidos e hipertrillados de las películas de acción. El prota tierno y bonachón con un lado salvaje; la chica guapa con personalidad y un pasado oscuro que podría resolver todo ella sola, pero decide cederle el lugar de honor al chico que ama; la mujer que se comporta como un hombre y que pretende ser la nota disidente de la peli (pero que hace el mismo papel de siempre: secundario intrascendente que sirve de alivio cómico en los momentos de tensión); el japonés que ¡por supuesto, sabe artes marciales y muere luchando para salvar a los demás! Y finalmente, un niño de 11 años que sólo habla para decirle a los demás que no se flipen porque sólo tenga 11 años.

Sin duda, lo que más me molesta en esta predeterminada y aburridísima construcción de los personajes es el malo. Y no porque tenga unos diálogos súper forzados, unas motivaciones absurdas y un sentido común inexistente (tío, eres el líder de una compañía multimillonaria, manda a tu mejor tirador a matar a los críos, subnormal), sino porque se representa como una sola fuerza, un maníaco alienado de la realidad social en la que vive. Con un malo así, jamás habrá una lectura social de la trama, y la peli se queda en una simple concatenación de referencias a la cultura popular (de las que no he pillado ni la mitad, ni falta que me hace).

Para que una sociedad llegue al nivel que se describe al principio de la peli es necesaria una larga sucesión de políticos corruptos, compañías abusivas y miedo, mucho miedo en la población civil. Si el pueblo se levantara contra todo el sistema, en lugar de enfrentarse a un sólo hombre que representa todo el mal de la tierra, estaríamos antes una película muy diferente: posiblemente una que me hubiese hecho sentir algo. En lugar de eso, he visto a un grupo de niños peleando con el malo final de un videojuego lineal de diálogos preestablecidos.

Al final de la película, la gente sigue alienada y sola en sus casas de mierda, soñando que son otros. Eso sí, los martes y los jueves tienen que estar sin jugar y "apreciar los bienes de la vida". Supongo que la ruptura real de ese sistema es una película que no interesa al gran público, pero sinceramente con estos personajes y este final esta película se pierde entre otras miles de películas con la misma fórmula que sacan todos los años.

En resumen

La película es espectacular desde el punto de vista visual, la música está muy chula y tiene acción desde el minuto uno: como todas las películas taquilleras de este siglo. Si te flipan los videojuegos y las referencias a la cultura popular de los ochenta y noventa, sólo con descubrir todos los guiños tienes entretenimiento. Si lo que buscas es una película que te entretenga fuera de las referencias de cultura friki, que te emocione o te enseñe algo nuevo, entra en otra sala.

Lo mejor

Las escenas de batallas y lucha cuerpo a cuerpo entre guerreros de todo tipo de juegos y películas.

Lo peor

Desde el minuto diez de la película ya sabes cómo va a terminar y qué papel va a jugar cada personaje en la resolución final. ¡Cero sorpresas! Casi me duermo en la butaca.

Biografía de un vampiro

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Sinopsis

Patrick supo que era diferente en el primer momento que tomó consciencia del mundo que le rodeaba. Su entera existencia consiste en la búsqueda de una clave, un porqué, un propósito para sus cualidades extraordinarias. Pero el saber es a veces el camino de los infelices, y cuando Patrick al fin encuentra un motivo para vivir, éste mismo le confirma que su vida no tiene sentido. ¿Sobrevivirá Patrick a su propia naturaleza?

Esta es la primera novela de la La historia inconexa: la trilogía donde los personajes confluyen a través del lector, quien es testigo de la evolución de una raza fantástica. 

Extracto

Carta al lector

Bienvenido al mundo que no es mundo, a la noche que nunca acaba y que siempre está sin luna, al arropo de la no sensación que seguirá al miedo que ahora sientes. Bienvenido. Y a la vez adiós y hasta nunca, pues el que eras ya no existe, y no habrá otro que le suceda. No eres más que palabras en el viento, viajando hacia ninguna parte.
Bienvenido a mi mundo. Tengo algo que decirte: conócete a ti mismo. Conoceos, humanos, tal como sois.
Sabed lo que os define. Dinero. Ésa es la palabra que vosotros mismos habéis inventado para dejar de ser felices. El único fin erróneo. Todas vuestras acciones se resumen en él. Os creéis infelices porque no lo tenéis y os matáis mutuamente por conseguirlo. Os hacéis infelices a vosotros mismos buscando la felicidad. Y cuando lo tenéis se deshace en vuestras manos como cabezas de hombres mirados por Medusa. Como vuestras esperanzas y toda la felicidad que podíais haber tenido. Sólo es metal y papel. Habéis vaciado vuestra existencia por él. Os habéis puesto un precio impagable.

No os tengáis en tal alta estima: ya no tenéis alma. Yo sólo devoro los despojos que no os atrevéis a tirar. La mayoría sois insípidos.
También os agarráis a otras cosas insípidas y falsas como la sensación de seguridad de ser una comunidad. Os refugiáis en el anonimato del hombre común para reprimir vuestros verdaderos sueños y no encontraros nunca. Pero sabed una cosa: yo siempre os encontraré. Yo como individuos, personas, no ciudadanos ni títulos ni sin nombres. Esas son las cosas que os hacen tan insípidos.
La guerra es un reflejo más verdadero de vuestra verdadera naturaleza. Y en ella no somos tan distintos. Somos casi como hermanos. Los cuerpos de los combatientes están más vivos gracias a la cercanía de la muerte, y eso os hace revelar vuestra verdadera violenta vocación: el otro lado. Yo estoy esperando a ese otro lado, para abrazaros y comprenderos. Antes de comeros.
Por supuesto, habéis llevado vuestro falso raciocinio también a la guerra. Intentáis castrarnos a los guerreros de nuestros instintos de odio y muerte, para poder “reinsertarnos” en la sociedad en caso de que sobrevivamos. Pero cuando cruzas la línea ya no hay marcha atrás. Cuando un soldado huele la sangre caliente del enemigo está un paso más cerca de mí, y le será imposible volver a vosotros.
Porque hay tan poco a lo que volver. Los ideales, mezclados con el dinero y la justicia se reparten de cualquier forma a cualquiera que los solicite, para mancharlos para siempre con la marca de no uso. En el campo de batalla hombres desconocidos se matan mutuamente por algo que otros desconocidos le han dicho acerca de los desconocidos a los que disparan. Pero no es esa la razón de que los maten. Sólo es una excusa para ser realmente quienes siempre han sido. Unos asesinos. Porque el sistema en el que se mueven siempre le ha dado ganas de matar.
Las épocas de guerra son las mejores para la gente como yo. Hay tanta muerte alrededor que uno se alimenta casi sin querer. Aunque las máquinas nos quitan mucho trabajo. En un cuerpo a cuerpo uno huele al contrario y sabe lo que está comiendo…
Pronto esta guerra acabará y todos volveremos al equilibrio del desequilibrio. Mis asesinatos de nuevo serán para la población los de alguien que se cansó de ser un número manipulable en la estadística del dueño de algo. Entonces el hombre volverá a ser manso y edulcorado. Más comida sosa para el resto de mi existencia.
Sabed lo que nos espera al menos.

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Confessions of an ugly stepsister

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Hace un par de semanas me terminé el libro Confessions of an ugly stepsister, de Gregory Maguire. La verdad es que hace relativamente poco que leí Wicked, de este mismo autor, y no me gusta empalmar varios libros de la misma temática o autor, pero me ha gustado tanto su forma de escribir que estoy un poco enganchada.

He puesto el enlace en inglés porque no he encontrado en Amazon el libro en español. Yo me compré la versión ebook para Kindle. Para aquellos que estéis empezando a leer en inglés, no os recomendaría empezar con este autor. El nivel de complejidad del lenguaje que usa es relativamente alto, y el vocabulario puede ser un poco avanzado. Sin embargo, si ya habéis leído algo en inglés antes y os sentís seguros de vuestra comprensión lectora, os recomiendo el original. Aunque la traducción de Wicked me gustó bastante, creo que este autor tiene una voz muy personal y muy característica que merece la pena escuchar en primera persona.

Como ya dije con la entrada de Wicked, la complejidad que da a sus personajes hacen que te enamores de ellos, de todos y cada uno de los que aparecen, porque todos tienen su propia voz y su propia historia.

De Maguire lo que más me gusta es que sus protagonistas son mujeres fuertes con un gran peso en todas sus tramas. Aunque sus protagonistas son malas de cuento tradicionales, las presenta con una naturalidad poco maniqueísta que las humaniza por completo. Ignora la línea entre el bien y el mal tan marcada en la versión tradicional de cada cuento, y se centra en los grises de los personajes. En sus historias fantásticas yo veo un perfecto estudio de la imperfección humana.

En el caso de Confessions of an evil stepsister, viví con el corazón en un puño las aventuras y desventuras de la pequeña Iris, y me sentí verdaderamente triste al ver que no se llevaba al príncipe azul. Es curioso, porque ya sabía que no lo haría, pero me decepcionó igual. Como si, aun tratándose de una inversión de un cuento tradicional, mi mente fuera incapaz de procesar que el protagonista de la historia no tiene por qué escapar bien.

De nuevo sigo recomendando a este autor, y no como lectura anecdótica, dado que su obra está llena de historias complejas que merecen gran atención. ¡Yo poco a poco quiero ir devorando todo su universo!