Darkness is back

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Me he dado cuenta que con el ajetreo de la vida diaria, además de ir muriendo el Principito dentro de mí, no actualizo el blog, pero la verdad es que sí que he tenido algo de actividad. Para aquellos que no me sigan en Facebook, subo las fotos que he ido dejando por ese medio, y adelanto alguna nueva. Además, en breve podréis leer la próxima entre del Diario mental de Eve, que se acerca irremediablemente a su fin.

Como decía, proyectos no me faltan, sólo tiempo para mí misma. De hecho, hoy domingo estoy "sacrificando" tiempo de trabajo para dejar esta entrada y otras preparadas, porque cuanto más ocupada estoy más necesito evadirme, en definitiva, más necesito este blog. Tengo más que pensada otra pequeña novela corta que porbablemente presentaré a concurso, y que cuando falle el jurado (como no voy a ganar nada) os dejaré para que la leáis si os apetece.

Ahora me vuelvo al horrible mundo de los horarios y las tareas, responsabilidades y compromisos, no sin antes hacer una reverencia a lo que yo considero arte con una burda imitación de algo elegante. En fin, que ahí van las fotos que otros ya han visto en Facebook.

¡No dejéis de soñar!







Por cierto que esta última foto no es mía, sino de Jota Regalado, cuyo blog deberíais visitar si os gusta la fotografía de verdad.

Despropósitos para el 2013

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Este 2013 no pienso hacer ninguna de estas cosas:

1. Escribir la entrada de fin de año a tiempo.
2. Dejar de meterme con la gente de la tele como si pudieran oírme.
3. Dejar el café, el chocolate o el alcohol.
4. Ponerme la ropa que se lleve.
5. Torturarme bailando con unos tacones puestos.
6. Fingir que cuando le pregunto a mi novio "¿cómo voy?" no pretendo que me conteste "estupenda".
7. Ahorrar dinero.
8. Permitir que me afecte la opinión de gente que no me importa.
9. Dejar de opinar sobre la vida de gente que en el fondo no me importa.
10. Terminar la dieta.
11. Dejar de quejarme porque no soy capaz de terminar una dieta.
12. Renunciar a obligar a algún amigo o familiar (preferiblemente mi novio) a hacer algo que no le gusta sólo por sentirme acompañada.
13. Terminar ni uno solo de los mini-proyectos empresariales que se me ocurren, porque eso supondría dejar de perder dinero y se incumpliría el despropósito número 7.

Este 2012 ha sido un año agridulce, en el que he visto las mieles de la juventud (que siempre creemos que serán eternas) perder un poco el sabor. Me he sentido muy vieja y muy viva, y con muchas ganas de luchar por llegar a convertirme en quien quiero. Ahora que me hago mayor, empiezan a darme miedo cosas que antes ni me preocupaban, por no hablar de todo lo que han cambiado mis hábitos: bebo gin-tonics, intento no ensuciar en las fiestas, no me siento a gusto en las discotecas, soy la amiga corta-rollos de la guapa , me ofende la gente que no se interesa por la política en absoluto... Vamos, que soy un coñazo de persona. Con lo que yo he molado.
El lado positivo es todo lo que he aprendido, y sobre todo lo que he descubierto que puedo llegar a aprender. Sigo sin terminar de encajar en ningún lugar en particular, pero esta nada inestable en la que me muevo ahora es mucho más cómoda que la de antes. Me siento rara todo el tiempo, pero se supone que es lo normal. Creo que esta nueva vida es la excusa perfecta para ser yo misma sin que me tachen de histérica.

A este 2013 no le voy a pedir nada, porque he visto que cuando una quiere algo bien hecho tiene que ir y hacerlo sola. Sólo cruzo los dedos para que el cosmos no me tenga ninguna gorda preparada.

¡Feliz año a todos!