Houston, tenemos un problema.
Trabajar en día de fiesta es una cosa muy cotidiana y natural, menos para alguien que normalmente no trabaja. Sé que soy una puta niñata malcriada, pero esto realmente me ha jodido la semana, porque ha sido aterrizar en el planeta "Vida adulta".
¿Y sabes qué? Que es una puta mierda. Te pesa el traje espacial, se te empaña la escafandra, el cable de oxígeno es muy corto y apenas te puedes mover. Encima no hay gravedad, y tu cuerpo está como a merced de la nada, de la suerte. Siempre luchando y luchando para no poder llegar a donde quieres. Y eso que no llevo tripulación de a bordo.
Miras para arriba y ves la Tierra: ilumianda y tranquila. Llena de una paz inalcanzable. Te entran ganas de quitártelo todo y flotar hasta que te reviente la cabeza.
¿Podría? Sé de algunos que han sobrevivido, pero no sé si el una leyenda humana. Que te explote la cabeza no debe ser una sensación muy agradable, aunque no creo que dure mucho. Además, esos segundos previos a la explosión, seguro que molan un montón...
Pero no, mi vida no es tan emocionante.
Sólo estoy en medio del campo con el sol a mi espalda quemándome las fantasías. No es para tanto. Hay mucha gente que hace esto todos los días, y están aquí a mi lado, sonriendo.
Será que no estoy hecha para el espacio...
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2 comentarios:
y quien realmente lo está?? Supongo que por eso quiero intentar con todas mis fuerzas aterrizar en el planeta de trabajar en lo que me gusta.
Lo sé, si me quejo de vicio.
El problema está cuando ese planeta no existe, o se encuentra detrás de un interminable proceso burocrático.
En fin, la vida es así. Seguiré nadando a ver qué tal.
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