De repente

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Y de repente una mañana cualquiera que como siempre sientes que no encajas, entras en un comercio que hace tiempo que no visitas y una extranjera desconocida te sonríe con familiaridad. Por sus ojos parece incluso que se alegre de verte. Te pregunta por tu vida, tus estudios, tu futuro. Realmente se alegra de verte.

Tú le preguntas por su vida, y te sorprende al contestarte. Su hijo es ingeniero, jamás lo hubieras dicho. Nunca antes habíais tenido una conversación tan larga. Quiere que vuelvas por aquí, que encuentres trabajo y puedas seguir yendo a comprarle las cosas de la limpieza, y todas esas chorradas inservibles que te llevabas cuando estabas depre. Quiere venderte el incienso de canela, y los cojines de colores.

De repente me doy cuenta de que sí formo parte de este barrio. Quiero a su gente.

Justo ahora que había decidido marcharme para siempre.

Justo ahora que es imposbible volver.

Me paso la vida volviendo a lugares a los que ya no pertenezco, y soñando el hogar que me acogerá.

De repente soy consciente de mi propia miseria, que a la vez es lo único que me produce satisfacción.

Seguramente volveré a ese comercio, otro día que esté aquí.

Pero nunca será lo mismo. Nunca es lo mismo que ninguna vez.

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