Not today

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Llevo tiempo despotricando sobre lo insulso que es no sentir absolutamente nada. Es una mierda vivir atrapado en una rutina que no entiendes ni te gusta, y ver que te espera un largo periodo de tiempo así. Bueno, pues ahora echo de menos ese sentimiento.

Porque entonces aún creía que había una solución, y que vería la luz al final del túnel tarde o temprano. Pero cuando el momento llega y no pasa nada, y la vida te confirma una vez más que ésto no va a cambiar... de repente desaparece el suelo bajo tus pies.

Y sabes que no es tu culpa, y que has luchado tanto o más que los demás, y te lo mereces. Pero no te lo dan. Y no es que haya un complot a escala universal, entre dios y tus semejantes, por hacerte la vida imposible. Simplemente es que la vida es injusta, y hay ocasines -demasiadas- en las que te tienes que comer el trabajo y el esfuerzo, porque simplemente no sirven para nada.

Lo único que sucede es que no eres nadie, y nunca lo serás. No nos engañemos, nadie es nadie. El único objetivo de nuestras vidas que seguro que cumpliremos es morirnos, y porque no depende de un burócrata, porque si fuera así viviríamos eternamente.

Me jode que haya en esta vida tantas, tantas oportunidades malgastadas. Me jode que siempre que un idota tiene suerte ese idiota no soy yo. Me jode que todos los demás lo merezcan tanto como yo, pues ninguno tenemos ningún privilegio de primeras.

¿Pero por qué siempre brillan más las ganas de los demás? ¿Acaso hay que ser un pedante o un ignorante proclamado para destacar? ¿Acaso no decía Aristóteles que en el punto medio se hallaba la virtud? Hoy sólo tengo ganas de mandar a tomar por culo la virtud, y a Aristóteles, y a las estúpidas becas de lectorado en los Estados Unidos.

Que os follen, a todos. Hoy no estoy para nadie...

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